La multiinstrumentista integrante de Las Taradas, edita su primer disco solista en el que homenajea ritmos latinos, folclóricos y rockeros. Sorprende con la versatilidad de su voz e impacta con diversos matices que oscilan entre lo eléctrico y lo despojado.
Qué: Disco (Independiente)
De familia de músicos, nacida en Bernal, barrio del sur de la provincia de Buenos Aires, Lucy Patané viene transitando la escena musical independiente local desde hace más de una década. Integra Las Taradas, una orquesta de señoritas que homenajea ritmos clásicos como el swing, el merengue o la canzonetta napolitana; es guitarrista de la banda de Diego Frenkel, grabó discos con Marina Fages, Paula Maffia y se convirtió en una importante productora discográfica.
Sin embargo, a pesar de tan abultado currículum, Patané no contaba aún con un disco solista. Eso se terminó recientemente con el lanzamiento de su primer álbum cuyo nombre y apellido aparecen estampados en letras negras en la portada con una foto de ella misma dando un salto por los aires enfundada de su guitarra eléctrica. Así, luego de diversos proyectos, le llegó el turno de asumir el protagonismo con un trabajo en el que las doce canciones que lo integran funcionan como una suerte de síntesis de las diferentes facetas que conforman su peculiar universo.
En toneles expone ritmos que remiten a la música tribal, africana y sincopada, con leves guitarras atravesando la melodía (doce cuerdas entre ellas) y un rasguido in crescendo que remite, por momentos, al flamenco y, en parte, a la ranchera mexicana o al western. Hoteles de fuego combina una voz al frente con un rasguido veloz y una estructura de indie folk que remite a El poder oculto, disco que grabó Patané con Fages.
Hay en este trabajo efectos y programaciones donde se luce Mene Savasta en sintetizadores en temas como Clavícula, y pasajes en los que se cuela una influencia folk donde resuena, por ejemplo, Nick Drake, en canciones como Ustedes o La osa en la laguna. También se oye algo de jazz rock y progresivo con acordes abiertos spinetteanos en Aterrizaje, donde se licúa una influencia clara de los sonidos de los 60’s y 70’s. Ya no quedan, con una guitarra demoledora que arrasa con todo, funciona como el pergamino que avala el ADN rockero en las venas de Patané.
Grabado por ella misma junto a Juan Ignacio Serrano y Tomás Pérez Campione, el debut en solitario de la cantautora argentina deja en claro que solo era cuestión de tiempo el que saliese a la luz su universo musical, con un álbum compuesto por letras sencillas y testimoniales a las que acompaña un vuelo poético preciso. Sus canciones hablan por ella misma. Como muestra, un extracto de la letra de Ustedes: «Y aunque no me escuchen, yo grito como un animal, desde la jaula / Y aunque no me miren, voy a iluminarlos como el sol».