Pasan los años, y si hay algo que no cambia nunca es la fertilidad creativa de Antonio Galvañ, una de las figuras más imaginativa que ha dado el pop español en las dos últimas décadas. Con nosotros, Parade y nueva joya a sumar en su ya imponente discografía.
Qué: Disco (Jabalina)
Llegados a este punto de su carrera, y con una trayectoria de tres décadas, Antonio Galvañ demuestra que aún le quedan muchos ases en la manga. Uno de ellos es esta Deriva sentimental, inspirada The 6ths, una de las personificaciones más queridas del gran Stephin Merritt. En dicha formación, el cerebro de The Magnetic Fields era el compositor de un surtido de voces escogidas por él para sus propias creaciones.
Bajo este modelo de acción, el de Yecla se ha rodeado de algunos de sus cantantes favoritos. Entre los cuales se encuentran primeras espadas de la liturgia pop estatal como Teresa Iturrioz, Lidia Damunt y Kiki D’Aki. Esta última es la protagonista de Camino, pura ambrosía synth-pop amplificada en la onírica Ruido de motor.
Las venas del flamante disco se extienden a través de una docena de composiciones que funden los diferentes grados del pop: desde el fogoso clasicismo de Contigo en un incendio al pop juguetón de Yo me enteré. Ambos extremos reproducen la misma idiosincrasia de Parade, donde la línea entre baja y alta cultura es desintegrada entre estimulantes chisporroteos sci-fi como en Películas o el túnel del terror vainiquero diseñado para Manzana para dos: cartas ganadoras dentro de una baraja marcada, donde el meta genio Galvañ siempre lleva escondida la mejor mano.
