Con Aniquilación, su sexto trabajo en estudio, Los Punsetes se revindican como una máquina infalible de hits antigeneracionales. Un nuevo logro dentro de una discografía impoluta y, ciertamente, intimidante.
Qué: Disco (Mushroom Pillow)
A estas alturas, y después de haber entrado de lleno en el pop de cinco estrellas cocinado en Aniquilación, un servidor se pregunta si esta banda madrileña ha vendido su alma al diablo o se han encomendado al efecto «Dorian Grey».
No caben más que teorías místicas para intentar racionalizar la infalibilidad de una formación que ha llegado a la media docena de LPs cargados de munición renovada para abastecer un repertorio ya de por sí sustancioso y rico en hits, abonados a prender por años dentro de la parroquia indie.
Lo que ya es sencillamente glorioso es que los Antonna y compañía hayan sido capaces de armar su trabajo más sembrado desde que, en 2008, debutaban en largo con su disco-guía, Los Punsetes. A esto hay que añadirle un plus en su capacidad inigualable para reírse de sí mismos, tal que en Idiota, y ofrecer estampas tan atinadas como venenosas sobre la sociedad que nos rodea. En este último caso, Vas hablando mal de mí y Ella nunca me aceptó en Facebook son imbatibles. Cortes como estos dos también añaden un plus significativo de épica controlada en su formulación pop con aliño punk y tracción, por momentos, krautrock.
Tampoco faltan los guiños a los My Bloody Valentine pre Isn’t Anything o maravillas del noise pop galáctico como Miguel de Molinos, corazón vigoréxico de esta docena de excusas ejemplares para seguir creyendo ciegamente en estos dignos portadores del testigo que Los Planetas les pasaron el día que arrancaron su travesía morentiana por los cauces del flamenco cósmico.
