Siguiendo su tendencia a las alianzas más diversas, El Niño de Elche se junta en esta ocasión a Los Planetas para dar a luz Fuerza nueva, un proyecto que no debería quedarse en la mera anécdota.
Qué: Disco (El Ejército Rojo)
No es tema baladí lo que nos depara la suma de Los Planetas y Niño de Elche en Fuerza nueva (así, con «n» minúscula para diferenciarse del partido de ultraderecha). Su revisión del cancionero popular deviene en un fin: una percepción morentiana de los mismos a través de una profusa percepción cósmica. Para llegar a reinventar himnos como el de Andalucía, en Santo Dios, juegan a ser unos Spacemen 3 eclesiásticos, al igual que en Mariana y en gran parte del minutaje aquí reunido.
Esta versión flamenco-mística del mítico grupo de Jason Pierce y Sonic Boom deviene en brutal observación del nacionalismo ibérico a través de la religión y toda la poesía implícita en el ADN de la misma.
Bajo esta perspectiva, también meten el dedo en la llaga con su brillante, y atinada, versión que el poeta francés Guy Debord hizo de Els segadors, himno catalán, y que, bajo el título de Canción para los obreros de la Seat, ha hecho pupa por cuestionar el movimiento independentista, a través de una poderosa crítica a la burguesía catalana.
Este es, sin duda, el punto culminante del disco, aunque tampoco se queda a la zaga su memorable versión de El novio de la muerte, himno de La Legión, y en la que Jota hace dueto con Niño de Elche, voz central de este proyecto.
El alto grado de inspiración y uso brillante de la fórmula adoptada suma réditos a un trabajo que, más allá de las ampollas levantadas, se trata de un artilugio que esquiva el oportunismo, para erigirse en poderoso tratado contextual político de nuestros días.