El escritor peruano Francisco Ángeles publica Adiós a la revolución, una novela que reflexiona sobre la fascinación por el poder y el derrotero de los ideales.
Qué: Libro (edita Random House)
Habría que empezar diciendo que esta novela no existiría si Francisco Ángeles no hubiera publicado Austin, Texas, 1979 (2014), donde se trataba la relación maestro-alumna, y Plagio (2016), donde se esbozaban ideas revolucionarias. Adiós a la revolución no solo dialoga con estas dos obras anteriores, sino que las funde: está el maestro, la alumna y la revolución. Y de esa fusión surge la reflexión, que se desarrolla en toda la novela, sobre la relación entre erotismo y revolución.
El libro narra la historia de Emilio, un profesor de arte peruano que vive en Filadelfia dando clases en una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos. Allí, en el ámbito académico, conoce a Sophia, una joven estudiante de la clase alta estadounidense con quien tiene un romance seduciéndola con sus clases sobre los procesos revolucionarios en Latinoamérica.
El affaire, tan apasionada como breve, deja a Emilio trastocado, provocándole un quiebre personal (un matrimonio en el abismo) y mental (se hace adictos a los fármacos). Pero no termina ahí. Pocos años después se entera que Sophia, su Sophia, fue detenida en Chiapas junto al Ejército Zapatista del Subcomandante Marcos. Emilio, entonces, por su bien, intentará resolver el misterio.
Hay en la novela un gran logro del autor que es la utilización del género policial como columna vertebral, la forma en que se narra el enigma, lo que no se conoce y se quiere conocer. Ángeles, con gran pericia, toma provecho de esa estructura para narrar con vértigo una historia de amor, sexo y revolución, porque, como dice Emilio –cualquier parecido con el Renzi de Ricardo Piglia es pura coincidencia– al comienzo: «toda revolución política es en el fondo una revolución sexual».
Otro acierto es ver cómo se desarrolla el paso de las ideas a la acción, del mundo académico de Filadelfia a la revolución armada de Chiapas y cómo esos mundos en apariencia contrapuestos se cruzan. Porque, si bien lo que en gran parte atrae a Emilio de Sophia es su procedencia, los límites se cruzan por la pasión.
Adiós a la revolución es una novela admirable que una vez dentro no te dejar salir.
