Cuando se anunció el nacimiento de la banda barcelonesa Chaqueta de Chandal, pocos se podrían aventurar a que surgiera un álbum como Gimnasia menor; sin duda, una de las obras con más razón de ser en estos días convulsos.
Qué: Disco (Bankrobber/TBC Produccions)
Dice este súper grupo, formado por miembros de Els Surfing Sirles o Fighter Pillow, entre otros, que se trata de una mezcla entre Neu!, Los Brincos y La Polla Records. Quizá esta última mención en la fórmula sea la menos reconocible. En cuanto a las dos primeras, pues no hay más que escuchar El amigo del mal, adelanto de un disco donde, tal como enuncian en La inopia: «quizás si somos mediocres y un poco más gilipollas. Quizás si nos sumimos en la inopia, haya alguna esperanza». Bajo este lema, fluye el marcial sustrato lírico que inunda ataques dentados como Artículo segundo.
El andamiaje kraut de cortes como Hablemos del mineralismo refuerza la paranoia inducida hacia el mundo orwelliano que pone diques a nuestro día a día. Así es cómo al galope del motorik contestatario de Señor llévame pronto, Chaqueta de Chándal define su esencia. Una que transciende el discurso planteado, para erigirse en un notable cóctel molotov de música aguerrida, donde los robustos rodamientos sónicos resultan tan importantes como las palabras que empujan.
Aunque aún no podamos saber si el futuro del trío será efímero o tendrá continuación con nuevos capítulos de su avanzadilla, lo que sí podemos corroborar es la vigencia en modo presente de Gimnasia menor, un trabajo decididamente necesario, y más en estos tiempos de democracias de cartón piedra y nacionalismos disfrazados de libertades.
