No debe de haber en la actualidad del indie español un grupo que mantenga el listón como Triángulo de Amor Bizarro. La banda gallega, para sorpresa de nadie, llega a su quinto álbum con el mismo ímpetu de siempre, aunque con nuevas vetas abiertas hacia el futuro.
Qué: Disco (Mushroom Pillow)
Tal que unos LCD Soundsystem de guante blanco en materia indie rock, así es cómo Triángulo de Amor Bizarro hace del guiño una virtud y la inspiración un acto reflejo vampirizado bajo su propio proceso creativo. De su habilidad tarantinesca por mutar bajo su sello los afluentes de la inspiración surgen cortes como Ruptura, donde resuenan las matemáticas distópico-industriales de Big Black, con guiño incluido a la guitarra de Kerosene en el minuto y cuarenta y cinco segundos. Por su parte, el dub sacro de No eres tú amplía su radio de acción de forma vibrante.
Otro de los hallazgos escondidos en el flamante Triángulo de Amor Bizarro es Fukushima, que ahonda en la radiación electrónica por medio de una orgánica aleación kosmische de acero invernal. Pero si hay un single redondo que demuestra la capacidad de absorber fruto ajeno por parte del grupo gallego, ese es Vigilantes del espejo: su In Between Days particular. Y no solo metafóricamente hablando, sino de forma literal. Siguiendo su línea más pop, Asmr para ti y Cura mi corazón se caldean en gramática planetaria, con mayor influencia que nunca del icono indie granadino. Es en esta clase de cortes donde Isa ejerce de solista principal.
Por la parte que le toca a las aportaciones vocales de Rodrigo Caamaño, queda claro que la división más punk es la suya. Así queda refrendado en Calígula 2025, detonación hiper-punk a mayor gloria de un nuevo álbum sin fisuras, sobresaliente.
