Veintiún artistas de nueve países participan en ¡Estamos!, álbum en el que todos presentan canciones inspiradas en la cuarentena o relacionadas con ella y grabadas desde sus casas en pleno confinamiento.
Qué: Disco (Scream & Yell)
El productor brasileño Leonardo Vinhas, del sello Scream & Yell, invitó a una selección de artistas para componer o reinterpretar canciones que se conecten con el extraño momento de aislamiento social, miedo al presente e incertidumbre sobre el futuro. Les dio solo una semana para grabar el tema con lo que tuvieran a mano. Así nace íEstamos!, un compilado que refleja el confinamiento desde lo individual, con la participación de veintiún nombres.
Entre los que compusieron temas nuevos en el corto espacio de tiempo se destacan la colombiana Catalina Ávila (Todo por decir), los portugueses Tiago Cavaco (Juro que não morro) y O Martim (O tempo está bom) y el furioso griego John Drake (Defamed), de la banda Dirty Fuse, que aquí se estrena como solista.
Entre las relecturas de material propio, el argentino Mariano Esain (de Valle de Muñecas) y la uruguaya Romina Peluffo son algunos de los que presentan nuevos sentidos a canciones grabadas anteriormente. Pero también están los que buscaron en temas ajenos el sentimiento para el momento actual, como es el caso del brasileño Meio Amargo (A palavra certa, de su compatriota Herbert Vianna) y la banda chilena Moral Distraída (con una hermosa relectura del tema televisivo Dinosaurio Anacleto).
Por sus características hogareñas, la mayoría de las canciones tienen arreglos acústicos e intimistas pero hay notables excepciones, con arreglos one man band de la banda californiana The Blank Tapes y del uruguayo Nicolás Molina; beats de hip hop del grupo chileno Liricistas y la exquisita versión de El magnetismo, de Él Mató a un Policía Motorizado, hecho en clave synth pop por la argentina Lucía Tacchetti.
El disco está disponible solamente para descarga gratuita porque, según su ideólogo «cada músico, ingeniero y productor se detuvo en todo lo que estaba haciendo para volver su sentimiento en algo que uno pueda escuchar y quizás sentir completo, sin apretar el botón skip todo el tiempo». El brillante trabajo de masterización de Rodrigo Stradiotto (Copacabana Club, O Fio) ayuda a garantizar este intento, confiriéndole unión estética a temas que fueron registrados de manera lo-fi.
