En su veinticinco aniversario como Chucho, Fernando Alfaro prosigue su dinámica infalible, incapaz de entregar un álbum que baje del sobresaliente. Así vuelve a suceder con Corazón roto y brillante, uno de los trabajos más inspirados de toda su carrera.
Qué: Disco (Intromúsica)
Incapaz de instalarse en la comodidad de quien ya no tiene nada que demostrar, Fernando Alfaro tira de Chucho para invocar todos sus poderes y alguno más inesperado, como el aura cinematográfica que inunda todo el disco: de la lírica cronenbergiana a planos en cinemascope dignos de los grandes westerns de Howard Hawks y John Ford.
Ya sea desde los punteos fronterizos de Sombra lunar o en los coros fordianos de Hoamm, el regusto a viejo Oeste tiñe de épica los resortes líricos de semejante oda al pop de huesos y corazones rotos y brillantes. Pero ésta es sólo una de las muchas aristas armadas para la ocasión, desde diferentes panorámicas, siempre, enriquecedoras.
A partir de esta dinámica, el recogimiento dulce de La ambulancia y el dolor o los sonidos sci-fi sesenteros de Agente Sebso (la letra de esta última daría para una película de Guy Maddin) brotan como capítulos, aparentemente, menores, aunque, en realidad, son los que hacen que Corazón roto y brillante crezca, a cada escucha, como un suflé. Detalles como estos plasman una realidad, la de estar ante el trabajo más redondo que Fernando Alfaro ha grabado, bajo su nombre o el de Chucho, desde el majestuoso Los diarios de petróleo.
Y más, si entre los ingredientes del pastel se encuentran algunos de los singles más intensos que haya compuesto jamás. Así ocurre con el corte que da título al álbum, dos minutos de pura efervescencia pop, propulsada por gasolina sinte de muchos galones. Otro ejemplo inmejorable es La carretera de la costa, que no desentonaría entre los momentos más granados de Tejido de felicidad.
También hay guiños a los Surfin’ Bichos de blues pantanoso, tal como en La feria animal. Y es que, al final, lo que aquí tenemos no deja de ser un muestrario de todos los rostros que conforman la personalidad múltiple de esta supernova pop conocida como Chucho.