Viene desde Vigo y llega con la paleta inundada de ideas en el flamante Veinte, un ramo de flores funk sintetizadas, cosidas entre la mesura de Frank Ocean y el garbo pop de Saint Etienne. Se llama Dani y seguramente dará mucho que hablar.
Qué: Disco (El Volcán)
Si hay algo por lo cual la irrupción de Billie Eilish en las esferas pop ha sido verdaderamente relevante es por haber sido un bálsamo contra la tendencia hacia las sobreproducciones marcadas en los discos de Beyoncé y demás profetas del maximalismo pop.
El eco del joven talento Eilish ha llegado hasta la artista viguesa Dani, que debuta con Veinte, ramo de flores funk sintetizadas, cosidas entre la mesura de Frank Ocean y el garbo pop de Saint Etienne, pero también el cubismo avant-pop de FKA Twigs, en Mira. Extremos perfectamente cuadrados, dentro de una ecuación con resultados tan sugerentes como Fui yo, en la que incluso se puede divisar una sombra borrosa que nos recuerda a La Buena Vida.
La ambición concentrada en estos veintiocho minutos se condensa en los aires de exótica que se cuelan en las venas rítmicas de Hoguera existencial; seguramente, la prueba definitiva del talento transversal que anida en el bosque mental de Dani.
En todo momento, el des-amor se cuela entre versos cuajados de fuego y calor, tal que en la brillante sintaxis synth-funk minimal de Si te vas, una bala plateada más dentro de una recámara plagada de cruces tan sutiles como en el aura carioca que recorre las dinámicas electro de Ojalá.
En todo momento obtenemos sabores refrescantes de una macedonia, por otro lado, perfectamente condensada en un todo sin resquicios. Asimismo, pruebas de talento como la ambrosía onírica de tintes asiáticos que sobrevuelan Dónde estás invitan a pensar en hallazgos todavía más relucientes en un futuro que, definitivamente, se presenta altamente esperanzador para esta joven artista gallega. Sin duda, uno de los valores que, junto a Laura LaMontagne & PicoAmperio, nos están obligando a mirar continuamente de reojo hacia el norte peninsular.