Levanta el telón la edición número 46 del Festival de Huelva. Y, como era de esperar, Covid mediante, no será igual que las anteriores. El formato del certamen será online pero el espíritu será el de siempre: mostrar parte del mejor cine iberomericano de la actualidad.
Qué: Festival de cine iberoamericano
Cuándo: Del 13 al 20 de noviembre
Dónde: Huelva
En una edición atípica, la Sección Oficial está compuesta por doce filmes que optan al Colón de Oro. Entre ellos habrá documentales y cintas de ficción procedentes de España, Chile, Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Venezuela, México, Guatemala. Así, se podrán ver 2020, documental dirigido por el reportero de guerra, escritor y documentalista argentino Hernán Zin, quien centra su mirada en Madrid como una de las regiones más golpeadas del mundo por la Covid; y Cosas que no hacemos, también documental del mexicano Bruno Santamaría, quien se sumerge en la vida de los niños y adolescentes de un pequeño poblado para descubrirnos la vida de un adolescente de dieciséis años que lleva en secreto su deseo diario de vestirse de mujer.
De Guatemala llega Los fantasmas, ópera prima del director Sebastián Lojo, con la que ha conseguido situar a su país en el circuito internacional de festivales de cine. Se trata de una historia que refleja la asfixia de vivir en la capital guatemalteca y la permanente crisis en la que está sumido el país a través del relato de los personajes masculinos que reflejan los modos y maneras de supervivencia en la ciudad. De Argentina lo hace La muerte no existe y el amor tampoco, segundo largometraje de ficción de Fernando Salem que se sumerge en la historia de una mujer que regresa a su pueblo para esparcir las cenizas de su mejor amiga. La Patagonia profunda es el escenario de un filme que muestra un viaje al pasado cargado de emociones y recuerdos.
También de Argentina, se podrán ver otros tres títulos: Planta permanente, la primera película en solitario del tucumano Gabriel Radusky, un filme se adentra en una historia de supervivencia encarnada en la figura de dos mujeres compañeras de trabajo como limpiadoras en un edificio estatal, interpretadas por Liliana Juárez y la tristemente recién fallecida Rosario Bléfari, quienes han de adaptarse a la llegada de una nueva directora; La fiesta silenciosa, de Diego Fried, en la que Laura (Jazmin Stuart), pocas horas antes de su boda, emprende una fiesta inusual: una fiesta silenciosa. Al día siguiente, busca venganza por el odioso crimen que se perpetró en su contra. Pero el padre de Laura y su futuro esposo tienen otros planes para ella…; y Un crimen común, de Francisco Márquez, sobre Cecilia, una profesora de sociología en la Universidad. Una noche de tormenta, Kevin, un joven pobre, el hijo de su doncella, llama desesperadamente en la puerta de su casa. Aterrada, no abre. Al día siguiente, el cuerpo de Kevin aparece flotando en el río, asesinado por la policía. Cecilia comienza a ser perseguida por el fantasma del joven. Ella intenta olvidarlo y seguir con su vida, pero ahora parece que ella es el fantasma.
Chile tiene también presencia en la Sección Oficial con el largometraje La nave del olvido, ópera prima de Nicol Ruiz, en la que narra la historia de Claudina, una mujer de campo que, tras la muerte de su esposo descubre su sexualidad y la libertad con el amor de otra mujer en un pueblo llamado Lautaro, donde se avistan naves de origen desconocido. Y con Matar a Pinochet, del santiaguino Juan Ignacio Sabatini, que cuenta la historia de Tamara, una mujer que pudo haber cambiado el curso de la historia de su país cuando a la cabeza de los guerrilleros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, toma la decisión de matar al dictador. Tamara habría cambiado la historia, pero el espionaje y la traición la dejaron a un solo paso de la revolución…
Lavaperros, del caleño Carlos Moreno, representará a Colombia. Se trata de una tragicomedia en modo de sátira, que nos descubre, en clave de realismo sucio, como la lucha entre los carteles de la droga en Colombia han dejado el campo abierto para el florecimiento de pequeños jefes locales. Por su parte, Corral, del brasileño Marcelo Brennand, cuenta la historia de un pequeño pueblo de Brasil afectado por una severa sequía, y de un líder local que intenta cambiar la sucesión política, tradicionalmente mantenida entre dos partidos. Y que pronto descubrirá que romper con el círculo político establecido no siempre es una alternativa fácil.
La Sección Oficial se cierra con Conectado, de la limeña Marita Ugás, que cuenta la historia de Aldo, solitario y diletante, es seducido por un joven, quien dice ser su seguidor e intenta convencerlo de volver a predicar. El duda en revivir su pasado como Contactado, líder de un famoso culto extraterrestre, pero cuando la vanidad logra vencer sus temores, las ambiciones del joven lo sorprenderán.
Además, el festival ofrece otras secciones en su programación, como la dedicada a Cortometrajes Nacionales e Internacionales, Talento Andaluz o Cortometrajes Onubenses. Pero en esta ocasión hay una novedad: la presentación de una nueva sección, Sismos, compuesta por producciones iberoamericanas del último año que han tenido un amplio recorrido internacional en importantes festivales como los de Berlín, Venecia, Sundance o San Sebastián.
Así, un total de trece largometrajes, siete de ellos dirigidos por mujeres, compone esta sección que pretende ser un escaparate de las producciones iberoamericanas que más han deslumbrado en su paso por otros festivales europeos en los últimos meses, confeccionado, de esta manera, un programa que viene a conjugarse a la perfección con la Sección Oficial del certamen.
Las películas que formarán parte de la Sección Sismos son: Sin señas particulares, de Fernanda Valadez (México/España, 2020); Érase una vez en Venezuela, de Anabel Rodríguez (Venezuela/Brasil/Austria/Reino Unido, 2020); Ella es Cristina, de Gonzalo Maza (Chile, 2019); Babenco, de Bárbara Paz (Brasil, 2019); Narciso em ferias, de Ricardo Calil y Renato Terra (Brasil, 2020); Las mil y una, de Clarisa Navas (Argentina/Alemania, 2020); Silencio Radio, de Juliana Fanjul (México/Suiza, 2019); Lava, de Ayar Blasco (Argentina, 2019); Todos os mortos, de Marco Dutra (Brasil/Francia, 2020); Mamá, mamá, mamá, de Sol Berruezo Pichon-Riviére (Argentina, 2020); Marea alta, de Verónica Chen (Argentina, 2020); De la noche a la mañana, de Manuel Ferrari (Argentina, 2019); y Los conductos, de Camilo Restrepo (Colombia/Brasil/Francia, 2020).
Es destacable que el Festival de Huelva se podrá seguir a través de la cada vez más consolidada plataforma Filmin, que ofrecerá todo el contenido del certamen por un precio único de 15 euros. El público tendrá la oportunidad de comprar un abono que incluye, además, acceso durante dos meses al catálogo general de la plataforma, o adquirir visionados de películas sueltas por 3,95 euros. Las personas que actualmente ya sean abonados de Filmin podrán disfrutar de todo el contenido del festival.
También mencionar que las secciones CineBreve y Cortometrajes Onubenses, así como otros contenidos de carácter paralelo, que podrán verse de manera gratuita en la plataforma Huelva OTT, accesible desde cualquier dispositivo. El resto de los contenidos del Festival, como los actos de apertura, clausura, entregas de premios, ruedas de prensa y otros eventos, podrán seguirse a través de streaming multiplataforma en la Web del certamen y en las redes sociales del Festival.
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