Definitivamente, lo de Califato ¾ no es que vaya muy en serio sino que apunta a cotas muy altas dentro de lo que supone la expansión de la dialéctica flamenca que bebe directamente de un crisol electrónico muy particular, diseñado como si hubiera estado esperando todo este tiempo para poder enfundarse el traje adecuado.
Qué: Disco (Breaking Bass Records)
Adentrarse en La contraçeña es hacerlo en el interior de un cosmos memorable, donde lo sacro está corrompido de lenguas binarias y vanguardia esculpida sobre el «más difícil todavía». No puede ser de otra forma con semejante declaración de intenciones como en Indiô der çûh, impresionante arranque donde las palmas flamencas se integran en la velocidad terminal de la rítmica drum & bass. Porque esto no deja de ser la gran ceremonia de boda andalusí dance, o cómo sonaría La Orquesta Andalusí de Tanger en modo cibernético.
Así es en la increíble reinvención del fandango en modo dark ambient paisajístico con la que tallan Fandangô de Carmen Porter; sin duda, uno de los momentos más representativos de las monumentales ambiciones abrigadas en tan borracho brainstorming de ideas, a través del cual han sembrado un testamento de intenciones que supera en resultados al, ya de por sí, sobresaliente Puerta de la Cannê y los empuja hacia el Olimpo de los sagrados alquimistas de las raíces de la canción popular andaluza.
Todo un hito que, por lo de pronto, se antoja como disco a superar de este año. Y es que poco más se puede decir ante virguerías del calibre de Canelita en rama, donde la ortodoxia dubstep cruje a ritmo de violines sefardíes. Simplemente, pellizcarse durante su escucha ante la posible creencia de que lo que se está colando en nuestro subconsciente es el recuerdo de un sueño (mágico) sino la realidad absoluta de un tratado sin igual de transgresión divina, terriblemente divertido.