Había mucha expectación ante el nuevo paso discográfico de Baiuca. Su repercusión en estos dos últimos años ha sido tal, que se ha convertido en el abanderado de una nueva dinastía de músicos gallegos que necesitaban un monolito discográfico al que adorar, el cual ha llegado en la forma de Embruxo.
Qué: Disco (Raso)
Meigas y leyendas del imaginario galaico conforman el corazón lírico de este trabajo, arropado desde la pulsión reggeaotonera/dark ambient que envuelve a Meigallo. Y es que, para la ocasión, Alex Casanovas (Baiuca) propone una viaje cíber místico hacia la oscuridad, en consonancia al vagar de la Santa Compaña, como corrobora su colaboración con Rodrigo Cuevas en Veleno, uno de los singles de adelanto que fueron dándonos pistas de la estela a seguir.
En su nuevo retoño, Baiuca se dedica a mutar rítmicas de baile contemporáneo con atmósferas neblinosas, hechizadas en puro misterio. Bruxería sónica tan capaz de evocar el estatismo ambient patentado por ECM como de hacernos creer que Aphex Twin nació en un pueblo de la costa gallega, tal que en Luar, como de proseguir en su acercamiento espiritual a la percusión digital andina propuesta por Chancha Vía Circuito.
Tanto en este como en otros cuatro temas del álbum, Lilaina es la encargada de embrujarnos mediante su tono tribal vocal tradicional gallego, que por momentos nos retrotrae a las grabaciones que David Toop hizo en el Amazonas, del cual extrae oro puro en Lavandeira, otra muestra de transfiguración estilística, donde la sombra deep house se integra fluidamente en enigmáticos significantes folclóricos.
Por todas estas razones, y alguna más, Embruxo se postula como catalizador cultural transoceánico de eco múltiple. Como entrar en un gran salón de espejos traídos de todo el mundo, buscando un único reflejo. Solo así es posible hacernos sentir como si Conxuro se tratara de una rave de percusiones africanas.
Precisamente, son los sonidos acústicos malís los que se introducen en el abecedario galaico de Lobeira, muestra mayor del subrayado entre pálpito africano y exuberancia lírica galaica hibridada en esta poderosa celebración chamánica de los poderes atlánticos.
