Con su nuevo LP, el grupo herculino deja que otros reinterpreten el repertorio de Triángulo de Amor Bizarro (2020), en lo que supone un trabajo que supera la anécdota de su inusual concepción para convertirse en la radiografía externa más representativa de su actual estado creativo y de ambiciones.
Qué: Disco (Mushroom Pillow)
De colaboraciones, remezclas y versiones de todos los palos han picado Isa y los suyos para dar nueva vida a su anterior LP; hasta la fecha su obra más ambiciosa y arriesgada, con la que abrieron el abanico de posibilidades estilísticas de una forma, fastuosamente, ampliada en este disco. La pulsión electrónica e industrial ya atisbada se multiplica a lo largo de un surtido de canciones que, en su mayoría, han mutado de forma inesperada, salvo en casos como el de Carolina Durante, que mimetiza Vigilantes del espejo con su habitual maña para armar estribillos de efecto loctite en el subconsciente.
Desde el otro extremo del asunto, Esplendor Geométrico se pasa por el forro el ADN de Syf, paga, y se marca uno de sus inimitables mantras industriales. Por la parte más arty, Aries desestructura Acosadoras, y le da ese punto tan locuaz de pop multicromático. Momentos como este último y la aparición estelar de Soleá Morente amplían el marco sónico de Triángulo de Amor Bizarro hasta meridianos donde la experimentación y la fibra 2.0 sirve como tapizado multiorgánico de una patente que aquí, y ahora, florece en trece estallidos despampanantes, ya sea desde la contundencia afilada de Biznaga o la lírica planetaria de J.
Se mire por donde se mire, un nuevo logro de un grupo que, definitivamente, es una de las apuesta más fiables y recomendables de la tradición indie-rock e indie-pop en España.