Como una de las muestras pop minimal más prometedoras de lo que llevamos de año en España llega Si un día, álbum de Mariagrep que la muestra como una de las voces nuevas más excitantes del panorama actual.
Qué: Disco (Raso)
Con la ayuda de Manuel Blanco (cincuenta por ciento de Blanco Palamera), así es como esta compostelana afincada en Madrid ha planteado la confección instrumental de un trabajo repleto de aristas y matices, que engloban desde el neosoul de terciopelo a la cósmica trap de la nebulosa Limpio, una de las siete piezas que conforman esta radiografía completa de las inquietudes que bullen en la mente de Mariagrep.
Ella se encarga de traducir en un recogido encadenado juguetes pop a través de los que conforma un sutil devocionario pop, íntimo y confesional, repleto de virguerías como Entre tú y yo, minuto y medio instrumental de texturas ultra orgánicas que se pegan a la piel como Loctite. Lo mismo se puede decir de la enorme Sangre y cristal, dos minutos de sensaciones disparadas con aritmética ambient, poderosamente emocional.
En apenas catorce minutos, Si un día se erige como carta de presentación encomiable, un derroche saludable de ideas, centralizadas en esqueletos instrumentales que se mueven de forma onírica, frágil y delicada, incluso con detalles al piano como Cuando me miro, en la que dibuja magnéticas melodías borrosas, de condición prácticamente hipnagógica, y que abren las posibilidades futuras de forma policromática para tan poderosa alquimista de las distancias cortas y las emociones de largo recorrido. Sencillamente, glorioso.