La también actriz y presentadora de televisión Rocío Saiz se estrena con un ramillete de emulsiones pop de corte electrónico, de aura ochentera, a través de las que mete la llaga en el grado de dolor que surge de los des/encuentros personales.
Qué: Disco (Primavera Labels)
Parece ser que a Rocío Saiz no le basta con ser un rostro habitual de la televisión y las plataformas de nuestro día a día. Producida por Pau Paredes, de Ginebras, se cuecen estas siete muestras synthpop ultra orgánico, con momentos tan memorables como su colaboración con Ariadna Paniagua, de Los Punsetes, con quien se marca una pieza tan rotunda como Nietas del ruido.
Quizá este sea el momento más rutilante del lote, aunque cualquiera de las otras seis piezas aquí incluidas no desmerecen en propiedades emocionales. Así sucede con una balada, casi torch song, como El descanso del guerrero. Desde un plano más luminoso, toma forma Un prodigioso desastre, para la que cuenta con la participación de Víctor Algora, lo cual acaba por conllevar un delicioso deje a los siempre infravalorados Erasure.
Otro de los momentos a recordar es la épica a lo Never Ending Story de La juventud; también perteneciente a la banda sonora de la película La amiga de mi amiga. Por la parte más dance del lote, surge Si mañana me muero, te habré dicho que te quiero. Vitamina eurodisco que antecede a Cortisol en sangre, el momento más intenso del álbum, hermana pequeña de temas con el inconfundible corte dramático de pináculos del pop como el Subculture de New Order.
Con todos estos ingredientes, se hace carne un trabajo que, ante todo, refleja el estado vital de una persona nacida para cuestionar todos los modismos de las relaciones personales a base de brío synthpop.
Por otra parte, Rocío acaba de anunciar las primeras fechas de presentación de Amor amargo. Debajo tienes las ciudades, a las que se sumarán muchas otras.
