Hacía ya cuatro años que Julio de la Rosa no nos deleitaba con una nueva entrega discográfica ajena a sus trabajos para bandas sonoras. El resultado no podría ser más excitante, con canciones de innegable condición cinematográfica.
Qué: Disco (Ernie)
Tras haber facturado Hoy se celebra todo, uno de los trabajos más inspirados de toda su trayectoria, el autor de la banda sonora de La isla mínima retorna con su trabajo más exuberante y atmosférico hasta la fecha. Una suerte de pop accionado en modo slow-motion para que podamos degustar cada uno de los cientos de detalles, capas y arreglos que conforman la crepuscular cebolla atmosférica dentro de la que rota tan aerostática declaración de amor hacia su mujer y su hija.
La misma que ya quedaba reflejada en la deliciosa terna de singles de adelanto del LP, con muestras de alto poder evocador como Que bien que te quiera, Mejor que no y Muñequita de feria. Estas piezas son eslabones perfectamente soldados en la dinámica conceptual de un trabajo para el que, con el fin de acentuar la experiencia propuesta, Julio de la Rosa ha decidido que en las redes se tenga que escuchar en una sola pista de cuarenta y nueve minutos.
A lo largo de dicha experiencia, el jerezano nos transporta hasta los confines de un sueño donde el fulgor otoñal de las cuerdas se mezcla con guitarras cubistas a lo Marc Ribot, reflejos de cósmica planetaria y toda clase de ideas plasmadas en un conjunto de canciones horneadas desde el centro del positivismo surgido de un ser que ha encontrado el eje de la felicidad, y nos lo ha querido mostrar también con el libro interactivo Esperando a Inés, ideal para acompañar esta escucha de indudables propiedades curativas.