Surgido de la irreductible cantera pop granadina, Colectivo Da Silva retorna con Casa Vargas, un segundo LP repleto de ganchos para días soleados de otoño.
Qué: Disco (Subterfuge)
Desde la saudade disco con la que arranca el álbum, con Invítame a tu casa, Colectivo Da Silva refleja una declaración de principios, basada en su exaltación de la pulsión soul y funk, siempre orquestada desde un más que detallista trabajo percusivo en las nueve canciones que componen este trabajo.
Pero también nos encontramos con desparpajo latino, tal como sucede en Nos vemos luego, el gran hit del disco, para la que se cuenta con la colaboración vocal de Dani, que no deja de mostrar su ascensión imparable en el actual circo pop español, más exactamente de la deriva bedroom pop.
El resto del camino no deja de jugar con la confluencia del pellizco latino y funk, el primero de estos ensalzado al cubo por medio de cortes tan significativos como Que Dios bendiga el reguetón. Temas como este último también son una expresión de la vitalidad contagiosa desprendida en todo momento, incluso en los momentos, aparentemente, más tristes como Lloraré por ti.
Más allá de toda esta idiosincrasia, donde Colectivo da Silva se encuentra más cómodo es en cortes como Un beso (lo natural), donde desparrama su fórmula en un medio tiempo sosegado, repleto de purpurina soul de facturación que no desentonaría en los grupos denominados en su momento bajo calificativos tan ofensivos como tonti pop.
Con todas estas características, Casa Vargas trasciende por ser el paso natural de un grupo que en todo momento destila luminosidad y alegría, ciertamente contagiosa.
