Cuando nos referimos a Ruiz Bartolomé, lo estamos haciendo a Nacho Ruiz, líder de Nine Stories, que, para la ocasión, se embarca en una aventura en solitario ciertamente interesante y plena de piruetas artísticas.
Qué: Disco (Mont Ventoux)
Cuando un trabajo arranca con un corte como Jota de la Sierra, es que estamos hablando de algo importante. No en vano, se trata de uno de los más emocionantes que nos ha brindado este 2021; en este caso, una joya para la que cuenta en su haber con la colaboración de nada menos que Elle Belga y Alondra Bentley.
De este primer escalón, bebe el resto de un disco que mantiene el sabor a raíces, también empapado de una emotiva aura medieval, para la que este guadarramista de pro se embarca en un estudio a conciencia sobre la Sierra del Guadarrama y los relatos surgidos en torno al mismo, para el cual ha desplegado un disco simpar, articulado en torno a un conjunto de canciones altamente inspiradas, tal como sucede en las tormentas eléctricas desplegadas en La puerta del infierno o en la emocionante tensión inoculada en Alto del León.
Más sorprendente, es la vibración electro ejecutada en la crítica medioambiental de Seis millones de personas. Del folk atmosférico de La loma del noruego al estruendoso rock cowboy, en modo The Gun Club solemne, de Cruz de los caídos, Cancionero del Guadarrama transita las bifurcaciones más inesperadas a lo largo de su caminar imprevisible, aunque de inconfundible idiosincrasia narrativa en su concepción. La misma que nutre el pálpito sinfónico articulado en Camino Schmid o el folk espectral llevado a cabo en Las leyendas de la mujer muerta.
En todo momento asistimos a una aventura conceptual para la que Nacho ha dado lo mejor de sí, en el que, sin duda, es su trabajo más inspirado y ambicioso hasta la fecha.