Después de haber publicado uno de los debuts más prometedores en el ocaso de la pasada década, Chaqueta de Chandal retorna con la confirmación que le aúpa entre las propuestas más autónomas del pop español de hoy en día.
Qué: Disco (Bankrobber)
Tres años han tenido que pasar para que Chaqueta de Chandal demuestre que lo de Gimnasia menor no sólo no fue un momento de explosión inicial sino el arranque de una trayectoria que, tal como demuestra este Futuro, tú antes molabas promete consolidarse como una de esa clase de apuestas a las que uno se agarra con curiosidad a lo largo de los años.
Razones para ello hay muchas, como por ejemplo el momento naif pegamoide de Vademécum, con inflexión post-grunge en su recta final. Este corte en especial ratifica la capacidad del trío catalán para jugar con los géneros musicales, azotarlos y exponerlos bajo significantes propios.
Lo suyo es un estado permanente de chifladura sana, tal como sucede en la ironía post-punk de dibujos animados, a lo B-52’s, que se marcan en una pieza tan irresistible como La conquista del champán. Cortes como estos definen la reducción de densidad rock en su propuesta, en pos de una mayor explosividad pop.
Curiosamente, esta transición ha ayudado a la banda a aumentar el poso colorista de sus canciones, al mismo tiempo que enfatiza la mala uva en su discurso, lírico e instrumental. Pero que nadie se piense que dicha deriva implica una pérdida de luminosidad en su sonido. Ni mucho menos. Y más con meteoritos pop de condición Stereolab como Tú a Boston y yo a California o por la presencia de la trompeta cósmica de Pope, miembro de STA, la banda dub más nutritiva de la Península.
Con todos estos ingredientes –y muchos más que tendrás que descubrir por ti mismo–, Chaqueta de Chandal lo ha vuelto hacer, pero todavía mejor.