Que Espineli es una de los valores con más potencial del actual escenario pop urbano es algo que quedó plenamente ratificado en su serie de singles publicados hasta el momento. Dicha realidad queda ahora más que certificada con un artefacto de altos poderes vitamínicos como los concentrados en el repóquer de pildorazos contenidos en Poof.
Qué: EP (Snap! Clap! Club)
Con apenas veintiún años, Espineli se ha sacado de la manga el típico trabajo de debut que vislumbra un futuro prometedor. Malabarista de las rimas de magnetismo instantáneo, estribillos como los de 8AM o Tortellini son dignos de estudio por su agilidad lírica y frescura instantánea.
Jugando con elementos de producción trap, pero siempre dentro de un dinamismo tremendamente pop, la joven madrileña juega con los significantes de la música urbana de tal manera que las canciones resultantes son capaces de emerger bajo fórmulas donde convergen la saudade bedroom pop con inflexiones de dinamismo dance, tal que en Nébula, donde también juega con el autotune de una forma altamente original.
En todo momento, nos vemos abocados a una dimensión donde el mundo del cómic cobra matices muy fuertes, a través de la descripción de unos situaciones y personajes que pululan por sus canciones dentro de un brío altamente infeccioso.
A partir de esta base, las canciones discurren entre viñetas de un diario personal, también con evasiones incluidas, en las que Espineli colorea las escenas descritas desde el humor de una panorámica italiana (al lado del también altamente recomendable Camilo Belucci, en la irresistible Tortellini) como nos muestra la realidad de los estragos emocionales de una noche de fiesta en 8AM.
Sea cual sea el ángulo lírico adoptado, siempre transciende su gran habilidad para gestar golosinas que son el pop de nuestros días. El de los días de Espineli.
