A estas alturas, hablar de un nuevo lanzamiento discográfico de Los Planetas es hacerlo de un acontecimiento y también de una apuesta segura. Así llega otra prueba de genio en la que subrayan su porte incomparable dentro de la escena indie pop española que ellos mismos fraguaron hace treinta años, cuando publicaron el icónico Medusa EP.
Qué: Disco (El Ejército Rojo)
Insobornables ante cada nueva afrenta en modo álbum, Jota, Florent y compañía abordan su nueva criatura discográfica con la sabiduría acumulada por los años y la osadía de volver a repetir la jugada de su anterior trabajo: arrancarlo con una pieza de largo recorrido, rozando la eternidad dentro de una atmósfera astral, épica en su fluir de canción-río.
Si hace cinco años, Islamabad fue la protagonista, aquí lo es El manantial. Doce minutos de trazado perlado, en torno a los punteos cristalinos y etéreos de Florent, que guían esta adaptación planetaria de un poema de Federico García Lorca con el que enfatizan su perspectiva flamenca del pop.
La misma que los empuja al sistema gravitacional de Lole y Manuel, pero desde su enfoque personal de la materia pop, que ellos mismos han moldeado, dentro de un corpus musical que ha servido de brújula para cientos de grupos españoles que ahora cuentan con otra piedra roseta como la aquí presente. Un tema de aura exuberante y panorámica en cinemascope que se revela como una de las diez canciones más importantes de su repertorio. Y en el caso de Los Planetas, eso es mucho decir.
Cinco de las otras ocho canciones que conforman Las canciones del agua fueron fraguadas y publicadas durante la pandemia. Algunas como El negacionista, en la que tiran de fondo de armario para articular uno de esos pelotazos indie-pop que solo ellos saben hacer, se muestra lozana y crítica, con la capacidad innata para enhebrar melodías de francotirador. A la vez, dibujan atmósferas de magnetismo crepuscular como en La nueva normalidad.
Ambos cortes demarcan una realidad indiscutible: los granadinos ya no necesitan mirar a su alrededor para buscar los colores de la paleta musical de su obra; ya los tienen acumulados en el maletín que han ido aglutinando de soluciones a lo largo de tres décadas, en las que llegan a su décimo álbum con la capacidad inalterable para seguir alimentando su leyenda.