Cristina Piña recupera su vital biografía sobre Alejandra Pizarnik y se alía con Patricia Venti para actualizarla y ampliarla coincidiendo con el cincuenta aniversario de la muerte de la influyente autora argentina. Una lectura para entender a una escritora iconoclasta que utilizó su frágil rebeldía como herramienta para cambiar la historia de la literatura.
Qué: Libro (Lumen)
Alejandra Pizarnik vive como solo lo hacen los ausentes: entre piedras y mares, con olas de barbitúricos y clubes que abren hasta la madrugada en los cementerios, entre el verde y el amarillo, resurrección y decadencia. La Pizarnik, entre Buenos Aires y París, un lugar que no es una ciudad, es un un cigarrillo, una adicción temporal que deja marcas en la piel. Leemos los pasajes de su existencia, demasiadas fotografías son culpables y el pánico a la vida lo atrapan en sus carretes Sara Facio la tarde que en plena sesión con Alejandra llegó Silvia Ocampo.
La poesía de renglones sangrientos, la culpa como gasolina para prender fuego a las jaulas que son un estadio demasiado habitual en los días que se permitió vivir. Niña tormenta, temerosa de la sombra de su sombra, Alejandra Pizarnik bebió del amor amarillo, del ahora es nunca y con sus veinte años eternos fue un a artista que conocía la magia que la hacía ángel.
Alejandra Pizarnik siempre tenía las maletas preparadas para tomar el avión que partiría con la noche, sabía que el mayor miedo del sol era sustituir la belleza de las estrellas al llegar la mañana. Ella, como leemos en la maravillosa biografía de Cristina Piña y Patricia Venti, parecía sentir ese mismo vínculo, encerrada en el palacio de la noche, esperando la continuidad del tiempo, el algoritmo que imite a la persona, desmembrada ante la extinción de la luz.
Pizarnik, el existencialismo porteño, el camino hacia una sexualidad libre de bestiarios arcaicos, poeta que extrae jugo de la luna para dar de beber a los árboles, que embarra sus dedos para que sus versos sepan a tierra, a poema enterrado.
La presente biografía tuvo su primera versión a cargo de Cristina Piña hace treinta años. Ahora, coincidiendo con el cincuenta aniversario de la muerte de la influyente autora argentina, Lumen publica una edición actualizada y ampliada con enorme cantidad de documentación nueva para que la que se sumó Patricia Venti. Ambas autoras realizaron un exhaustivo trabajo de investigación y entrevistaron a personas cercanas a Pizarnik para dar nueva vida a esta obra ineludible.
