Camila Terán, aka Alima, es una música ecuatoriana afincada en Barcelona lanzada a la carrera del soul digital del Siglo XXI. De esto, no puede haber prueba más fehaciente que Soy la primera, su primer LP en solitario.
Qué: Disco (Independiente)
Influida por referencias inequívocas como el soul astral de los años 70, Alima es una voz en deuda con la forma de entender el lenguaje sensual de la música afroamericana. En su caso, las denotaciones sexuales de sus canciones son tremendamente explícitas. Desde luego, cortes de impulso r&b como Cómemela no podrían ser más representativos de dicha tendencia. Una que, por otro lado, esta enfocada desde una perspectiva feminista, que Alima contornea en base a su indudable capacidad para embeberse en el reflejo de grandes voces como Lauryn Hill o Kali Uchis.
En base a esta metodología de trabajo, las siete canciones que componen Soy la primera avanzan sobre raíles prefijados de actuación. De hecho, no hay ni un solo momento que rompa la obnubilante atmósfera general conformada a base de puntadas de hilo fino. Alta costura pop en consonancia a un discurso de liberación absoluta, representado en cortes como Déjame ir o Anestesia. Entre medias, nos encontramos con notables encuentros con la gramática urbana de Trap Romantic, en la que la base trap instrumental es la que timonea las inflexiones vocales de una artista que, ante todo, es una cantante de tomo y lomo. Una voz de grandes dimensiones capaz de conquistar todo el espacio que envuelve a sus palabras.
En definitiva, tras casi media vida dedicada a la música y con varios proyectos y bandas a sus espaldas, la quiteña es una artista en crecimiento, que denota suficientes cualidades para no perderle la pista en sus próximos movimientos.