Después de habernos regalado uno de los debuts más memorables de la pasada década, la banda valenciana La Plata amplía y afina los límites de su fórmula mediante un álbum de fuerza radiante y liberadora.
Qué: Disco (Sonido Muchacho)
Muy conscientes de sus dones naturales y cómo plasmarlos, así es como se presentan los integrantes de La Plata con la soltura funk belicosa de Gang Of Four como pauta actitudinal. Alrededor de esta seña de identidad, son capaces de desplegar intransferibles golpes directos como Victoria, primera muesca urdida en tan explosivo tambor de diez canciones.
Porque todo lo que viene a continuación es una demostración de pop urgente, cuadrado dentro de un crisol absorbente de atmósferas oscuras o misteriosamente pop, como en el caso de Hoy el sol. En cierta manera, esta última canción es una demostración certera de que La Plata suena como una versión más ágil y dinámica de grupos tan reivindicables como The Organ.
Alquimista de la transfusión pop en pulmones post-punk, la formación valenciana sortea las comparaciones odiosas mediante un ímpetu natural por cincelar su rúbrica personal a golpe de inspiración divina. Y esta realidad es la gasolina que surte de poderes a cortes de atracción peligrosa, dulcemente oscura, como ocurre en el caso de Movimiento infinito, pero también en el desenfado a lo Gary Numan de Hacia el vacío o en el motorik colorista que da cuerda a Volver para verte.
No hay un gramo de grasa en semejante muestra de fibra 100%. Un trabajo glorioso, rematado bajo el aura de los The Cure siniestros con Entre esta luz, broche de oro final para un LP que borra las huellas del pasado gracias a una palpitante demostración de poderío, borracho de soluciones y excusas para recibir el impacto frontal.
