Procedentes de formaciones como Capitán Sunrise y Alborotador Gomasio, los miembros de Viaje a Sidney firman un debut discográfico con el que aspiran a alcanzar la excelencia del pop de toda la vida.
Qué: Disco (Lunar Discos)
Diez canciones, diez muestras inequívocas de talento en estado puro. Así es cómo se presenta Viaje a Sidney, embutido en un viaje pop atemporal, en el que podemos encontrar rastros que nos recuerdan a El Niño Gusano en Como un santo, pero que también es capaz de arrastrarnos hacia la épica que, en su momento, patentó Maga. Esta última demostración de sus poderes se lleva a cabo por medio de Presagios, tema estrella de un racimo de canciones demarcadas por un sonido que no le hace ascos a los primeros Duncan Dhu o Nacha Pop.
En todo momento, lo que escuchamos es una explosión pop con guitarras para el cual la dualidad vocal ejecutada por Carlos y Koldo se hace carne desde el tic-tac de unas melodías que siempre optan por la inmediatez, tal que en su recuerdo a Los Brincos, llevado a cabo en Otra vez.
En otra, como Piezas de montar, también se nos transporta hacia la excelencia de lo que supone armar una estructura pop de gran precisión. Sin más.
El elixir de la inspiración no se agota nunca a lo largo de esta media hora sin altibajos. Toda una demostración de los poderes intrínsecos de una gran composición pop. Artesanía en estado puro que Viaje a Sidney se ha obcecado en demostrarnos una y otra vez, como si de un juego de superación en replay se tratase.
