Tras haber dado un golpe de efecto con su anterior LP, la chilena residente en España Soledad Vélez prosigue su incursión en terreno mainstrean desde la búsqueda y la inquietud de quien sabe la importancia de una fórmula distintiva para sobrevivir al paso de las épocas y modas.
Qué: Disco (Subterfuge)
Soledad Vélez, es otra de esas voces que demuestran la relevancia y expansión sin límites del pop chileno en España. Ya sea Javiera Mena, Rubio o ella misma, la invasión está más que justificada, y más con trabajos tan boyantes de ideas como este Visiones. En el mismo, se deja empapar de lleno por caligrafía synth para conectar con el folclore, a través de Esperarte, o de lanzarse de cabeza a la ética synthwave, por medio de Duele. Desde ambos extremos, la maga del pop chileno se sumerge en la hipnosis que genera su propia voz para empujarnos hacia el éxtasis que surge de la pena, del eterno desamor.
En torno a esta idea central, Soledad, residente en España desde hace años, articula cada más mínima inflexión en torno a su voz, segura de sí misma y otoñal. Es el roce entre la sustancia digital y la dicción de su voz la que provoca el roce epidérmico, y más con demostraciones como la épica contenida en A la hora de la verdad o en el jugoso autotune que ornamenta cada eco vocal de Ya sé.
El resto de las diez canciones que componen el álbum corroboran el abecedario cósmico forjado en cada línea sinte que bombea el nervio y el aura de cada centímetro musical cosido en tan audaz regeneración de la materia synth ’81.