Se estrena en la cartelera española El universo de Oliver, primer largometraje de ficción Alexis Morante que propone una emocionante historia sobre la magia y la aventura de crecer.
Qué: Película (estreno en España)
Corre el año 1985. Óliver, un niño con una imaginación desbordante, se muda con su familia al rincón más al sur de Europa, justo cuando está a punto de pasar el Cometa Halley. Estos acontecimientos marcarán un antes y un después en la vida emocional de Óliver, que buscará en las estrellas la solución a sus problemas en el nuevo colegio, en el barrio y en casa. Para colmo, su abuelo, apodado «el majara» se anima a ayudarle a interpretar el mensaje del cometa y dar un paso al frente en su nuevo Universo.
Así, El universo de Óliver es un emocionante coming of age que nos habla de la magia, la aventura y el drama de hacernos mayores. Una carta de amor a nuestros padres y abuelos, un agradecimiento por habernos ayudado a ser lo que somos y un recuerdo al hormigueo de esa «primera vez» que sintió el niño que todos llevamos dentro.
La película supone el debut en el cine de ficción el director Alexis Morante que ya había dirigido El camino más largo, Héroes. Silencio y Rock & Roll, Camarón: Flamenco y revolución y Bla Bla Bla, además de rodar innumerables videoclips para Enrique Bunbury. La cinta está protagonizada por María León, Salva Reina y Pedro Casablanc, junto a Rubén Fulgencio, que interpreta al joven Óliver.
Sobre su largometraje, Alexis Morante manifiesta: «Con esta película me gustaría transmitir los temas más vitales desde la perspectiva del niño que todos llevamos dentro. Una película dirigida a adultos, pero contada desde la sinceridad y la inocencia de la infancia. Temas como la madurez, la familia o la tolerancia desde la honestidad de un protagonista único. Y todo rodeado de un aura especial que bebe del realismo mágico. Combinando la mirada personal con el carácter comercial, esta película, que lejos de dar la espalda al público, está pensada para el espectador, para que al ir al verla se quede pensando en aquel niño que fue, y que, en cierto modo, aún todos seguimos siendo».
La banda sonora del filme corre por cuenta de Julio de la Rosa y la canción principal, Esperando una señal, es obra de Enrique Bunbury.