Si hay un disco que marca el punto más álgido de la generación bedroom pop es Vomito y mariposas, primer LP de la banda madrileña Interrogación Amor. Dos años después, el ahora dúo regresa con un nuevo trabajo bajo la manga que le lleva muy lejos y ratifica la inquietud policromática que anida en su enfoque de la materia pop.
Qué: Disco (Elefant)
Veinticinco minutos sin un gramo de grasa, esta es la sensación que destila el segundo LP de Interrogación Amor. Nueve muestras que prosiguen los parámetros románticos, a tumba abierta, de su predecesor, pero bajo un crisol de renovados trajes de estilo, entre los que vamos de la canción acústica de hoguera, en Ojalá no salga el sol, hasta Mala suerte, donde el dúo muta en la versión española de los Depeche Mode de Ultra para ofrecern una exuberante muestra synthrock que es puro músculo.
Entre estos dos extremos, nos encontramos con delicias como el dulce synthpop a lo Soft Cell del single El amor está en el aire. Desde una perspectiva más neopostpunk, Nada! es el otro sencillo que se saca de la manga Interrogación Amor para presentar lo que, desde este mismo momento, significa una ampliación de 180º del gran angular.
A partir de esta pauta de acción, lo que más impresiona es la capacidad mostrada para absorber nichos jungle, spoken-word e incluso post-rock para adecuarlos dentro de un abecedario absolutamente pop. Uno trufado de cortes como la excelsa Una manera perfecta de morir, que junto a su continuación, ¿Cómo nos pudo pasar?, conforman los tres minutos y medio más brillantes que nos ha proporcionado el pop español en esta temporada.
Y es que cuando hablamos de discos como éste lo estamos haciendo de rotundas muestras de talento sin filtros; en este caso la del grupo más prometedor que nos ha brindado la generación Z del pop peninsular.
