El cantautor mexicano Lázaro Cristóbal Comala estrena Belmont, un álbum doble cargado de letras crudas, referencias culturales y aires de folk indie.
Qué: Disco (PYL Records)
Existen pruebas contundentes de la enorme influencia que Bob Dylan tiene en la historia de la música popular, y desde México acaba de llegarnos la más reciente. En Belmont, su cuarto álbum de canciones originales, Lázaro Cristóbal Comala saca a relucir su mejor poética utilizando las armas que más domina: folk y blues con un trazo de grueso indie.
Más allá de sus influencias clásicas, el idioma lo acerca a la estirpe trovadora de Nacho Vegas, lo que se percibe en canciones como Cioran o Faisanes, que cuenta con un sample del español a modo de homenaje. Otro acercamiento a ese universo estético surge en La inundación de 1905, donde Comala pone a desfilar a distintos nombres de la cultura popular latinoamericana como Atahualpa Yupanqui, Palito Ortega o Jorge Drexler.
En rigor, las diecinueve canciones del disco doble están llenas de referencias o guiños a la música, la literatura, la religión o las series animadas, y son conducidas por un estado de embriaguez y melancolía que vuelven a su música muy personal.