El primer trabajo en largo de 99more es la demostración de un talento nacido para hacer escuchar a toda una generación de corazones rotos pero aguerridos. Efervescencia juvenil donde las formas urban de producción casan como nunca dentro de una electrizante fórmula rock universitaria.
Qué: Disco (Esquío)
Como un torbellino pop desenfrenado, así es cómo suena el festín de estribillos altovoltaicos que 99more ha diseñado para TYY, seguramente, la ración más fresca de condición urban que nos ha brindado la farándula pop de nuestros días.
No en vano, pocos discos pueden presumir de decir que cualquiera de sus temas puede ser single. Esta situación tan extraña como apetecible se da a través de joyas con el brío imparable de No voy a estar, En digital o Vvs. Estas tres muestras del talento aquí encapsulado son ejemplos veraces de las cartas con las que juega 99more a lo largo de tan inspirada sucesión de himnos de pestillo puesto y habitación cerrada.
Porque, más allá de las referencias a grupos como Foo Fighters, la voz de este chaval madrileño de apenas diecinueve años es la de alguien capaz de invocar los deseos en carne viva de los des/amores de adolescencia. Y lo hace con una mezcla de ímpetu rock y fluidez pop impropia para alguien que lleva tan pocas primaveras pisando tierra.
No en vano, ya de por sí, semejante torrente de inspiración no resulta habitual. Y más si nos atenemos a la frescura destilada por medio de un enfoque de producción de trasfondo urban, en la que su mano derecha, Padilla, ha tenido mucho que ver.
Un debut antológico. Y si no, tiempo al tiempo.