El cuarto disco de la banda argentina Viva Elástico tiene colaboraciones del compositor de Los Auténticos Decadentes, Jorge Serrano, y de Dave McNair, ingeniero –entre otros– de Bob Dylan y David Bowie. Al fin será tiene a un cantante pop como Schuster buscando el mundo ideal para su banda.
Qué: Disco (Geiser)
En un mundo musical ideal, la banda argentina Viva Elástico debería estar protagonizando la escena de su país. Compartir los carteles de los grandes festivales junto a Bándalos Chinos y Conociendo Rusia y que sus canciones aparezcan seguido en las playlist de Spotify. Pero sabemos que ese mundo no existe. Y hay más certezas: a pesar de ese contexto, Viva Elástico no cede. Cada disco que edita es un paso hacia adelante.
La voz y las ideas de su compositor, Alejandro Schuster, mixturan a la perfección la oscuridad urbana de Palo Pandolfo y la dulzura irónica de Federico Moura (Virus). En este cuarto LP, editado a través del sello Geiser, el encantador entusiasmo ante un país sin esperanzas sigue revelando melodías y estribillos.
En este caso, la fibra popular de la canción romántica (Schuster también puede reencarnar en un Sandro indie) se queda por completo en la canción Algo de mí, algo de vos, no sólo porque aparece la voz de Jorge Serrano (compositor de Los Auténticos Decadentes y rey de la canción pop melódica) sino también por esa melodía que la banda siempre vuelve melancólica. Es como una degustación perfecta de la angustia de la época del tango canción trasladada hacia la música que escucharon en la década de los 90.
Esta canción, más Al fin será (que abre el disco) y Sos lo más fueron masterizadas por Dave McNair, colaborador –entre otros– de Bob Dylan y David Bowie. Un gesto que la banda argentina siempre se permite. Un detalle que aborda y completa, también, esta obra de cuatro discos iniciada en el año 2009. Si en este preciso momento Morrissey estuviera caminando por Town Hall, pensando las canciones de Strangeways, Here We Come, y se cruzara por error del algoritmo este Al fin será, le daría like. Y no habría, sin mundo ideal posible, ningún tipo de ironía pop en esa acción.
