Después de haber presentado en los últimos tiempos una catarata de hits redondos difícil de igualar, Rigoberta Bandini sigue haciendo de lo heterogéneo una marca personal en su flamante disco La emperatriz.
Qué: Disco (Independiente)
Rigoberta Bandini. O estás con ella o estás perdido. Quizá puedes estar en ambos lugares. La barcelonesa Paula Ribó lleva ocho singles tratando de rehacer corazones rotos y ahora añade cuatro canciones inéditas para dar forma a su LP de debut, La emperatriz.
Abre con In Spain we call it soledad, que funciona a un nivel festivo –pide una remezcla inmediata para la pista de baile , mientras recicla el fraseo de tecno-perreo al modo McNamara sin hacer explotar los petardos.
Dos de los temas con más posibilidades de ser considerados himnos del pop español como Ay Mamá o Perra nos entrega, de vuelta, un ejercicio de responsabilidad emocional, una carta abierta que demuestra que la comunicación entre dos personas sobrevive al naufragio y tiene que servir como punto de partida con canciones como Julio Iglesias; expiación y penitencia pública.
Solo guitarra y la voz de Paula Ribó, más cerca a los 70 de Cecilia o Carly Simon en A Todos mis amantes con predicamento latino, la llorona que lleva tatuada o Cecilia Toussaint o Lila Downs. Intensidad pegada la vida, autodescubrimiento en una narradora que valora la libertad sobre todas las cosas.
Y, claro, el Así baila, dueto eufórico con Amaia. Baile y fiesta como sanación sin diván. No podemos olvidar el estribillo generacional de Los días de la semana de Miliki y las dos artistas relativizan sus sentimientos y se enfrentan juntas a problemas personales, fama y miedos. La admiración entre ambas es palpable en cada nota.
La mezcla de música urbana con bases electrónicas, una voz superdotada con el simple acompañamiento de piano, tecnopop de manual en la escuela de Fangoria o la emoción de Donosti Sound que aparece en temas como Too many Drugs.
Como el escritor que recopila todos sus relatos antes de despedirse de la máquina de escribir, como el pintor que pega sus bocetos en una pared del estudio antes de empezar su gran obra, Rigoberta Bandini hace de una colección de canciones su obra más personal, donde lo heterogéneo es definición de la propia artista.