El retorno a la primera persona del singular de un MC con la trayectoria del gerundense Doble es un soplo de aire de fresco dentro de lo que, ahora mismo, podríamos definir como música urbana artesanal. Ahora presenta Vida lenta acompañado por el productor Hugsound.
Qué: Disco (Halley Records)
Pero dicho regreso no es realmente un comeback en solitario. Ni mucho menos. Para poder armar una panorámica lo suficientemente rica, Doble se ha acompañado para la ocasión de la producción de Hugsound. El resultado de esta alianza queda certificado en una decena de canciones donde las tripas del hip hop han sido sazonados con diversidad, mimo y dedicación. Cortes en los que asoma tanto el espíritu latino en Noche loca como el flow en slow motion heredado de Digable Planets, grupo fundacional del hip hop jazz, tal que en Ya aprendí.
El mood cocinado a fuego lento se palpa en todo momento, ya sea desde la dicción castellano como la utilizada a través del catalán. En ambas formas, la sensación no varía mucho. No en vano, la premisa que subyace es la de desplegar optimismo vital en todo momento, aunque no todas las letras aquí compuestas inviten a ello.
Porque, al fin y al cabo, Vida lenta es una radiografía en alta resolución de lo que supone la vida pospandémica, dentro de una sociedad en que la felicidad es un acto de conformismo ante el contexto que nos está tocando vivir. En este sentido, el segundo LP en solitario de Doble es un notable salvavidas al que poder agarrarse gracias a un ramillete de temas que, ante todo, reclaman el derecho a ser felices. Chutes de adrenalina espolvoreada como Somos distintos, ración hip hop de infecciosa intensidad que resplandece como el pico de un trabajo, a todas luces, necesario.