Se ha hecho esperar, pero la publicación del primer LP de LaMontagne & PicoAmperio cumple con todos los requisitos de los que se entiende como un acontecimiento discográfico. En su caso, uno que empuja la vanguardia gallega hacia nuevos terrenos.
Qué: Disco (Independiente)
Ocho canciones, ocho piezas maestras de un todo cósmico y oceánico. Tradición como mapa del futuro-pasado, que remueve las entrañas de la historia y las fronteras; en su caso, mediante un profundo trabajo de investigación lingüistico que sondea las huellas que van de las tierras lusas a las gallegas.
El resultado es encomiable, sobre todo en la voz mercurial de Laura LaMontagne, que ha gestado un gran mural en círculos de loops y melodías mántricas de pura esencia atlántica. El vuelo de sus palabras toma impulso a través de la heterogénea red de bases tejidas por un PicoAmperio ducho en el sano arte de armar caleidoscopios estilísticos que miran en todas direcciones: del trip hop al ambient, del folk a la pulsión india o del tecno al minimalismo sacro.
Sea cual sea el recorrido dispuesto, siempre reluce el hallazgo como forma final. Uno dotado de emoción latente, tan magnética como en temas con el aura eterna de su adaptación de Senhora do Almortao o de Avelaneira frolidash. Estos son dos de los pilares que edifican una construcción sonora que destila obsesión crónica por el mínimo detalle, barroquismo cibernético cableado en una colección de canciones que, ante todo, suena a tratado fundamental de un estado de ánimo atávico pero actual.
Pruebas definitivas del talento desbordante de dos seres que han tenido la suerte de cruzar sus caminos en un proyecto con tanto potencial como presente. Y más con un clásico prematuro como este Algo que sinalar, titulo profético de la conclusión que va a extraer quién escuche este álbum. Porque si hay algo que señalar en este caso, no es otra presencia que la de estos LaMontagne & PicoAmperio, dueños de una sensibilidad políglota y astral.