El dúo de culto bilbaíno Chico y Chica, conformado por Alicia San Juan y José Luis Rebollo, vuelve con Senadora, un álbum pop que se se decanta por detalles limpio, actuales, pulidos y de trazos finos.
Qué: Disco (Austrohúngaro)
No esperen en este nuevo trabajo del dúo más iconoclasta del electroclash español el monolítico petardeo noventero, este disco, Senadora, ofrece violines, susurros, va de Francia a Italia con elegancia, en la voz y la producción. Una sorpresa para oyentes que no se ofenden si los llaman maduros.
Abrir con la delicadeza de Dráculas, una oda al cine de arte y ensayo, funcionando al nivel de susurrantes devotos de Stereolab pasando por el Carlos Berlanga más electrónico, nos hace que el cuerpo nos devuelva diez años atrás. Y es que ya conocíamos el single La actriz más mala que hay, con su melodía pegadiza, petardeo y humor.
Minimalismo en las programaciones, teclados ochenteros y algo de baile con vaivén seductor… Chico y Chica, letras elegantes que piden que salgas a bailar, sea una sala vacía o el salón decadente de un crucero de saldo. Veníamos de usar la cámara analógica en Panorama, vestidos para matar, afrancesados peleándose para ser vocalista de un single de house que repartan con el Paris-Match o la rítmica de Bernardo Bonezzi con su Didi St. Louis, mezclando violines de estudio con castañuelas en Mosquita muerta.
Cuando hablas de un mito del pop electrónico español te imaginas un desfase provocador de última hora en bares de suelo pegajoso, pero te encuentras con este Senador, una obra plena de sensibilidad y elegancia, con tramas imposibles en cada tema y giros de guión que acaban haciéndote esperar el final del LP. De pronto llegas a Que opinen los modelos, donde el trabajo de José Luis Rebollo tras los controles, la instrumentación de estudio, nos lleva hasta San Remo y los mejores momentos de Gainsbourg cuando ha elegido a Alicia San Juan para siempre.
No esperes a Brian Eno cuando disfrutas mucho más con Lee Hazlewood produciendo temas para Jessica Lange en American Horror Story. Brian de Palma y su Vestida para matar en Doble cuerpo, la versión de Steak tartar de Los Garrido y la exquisita revisión de Bonnie & Clyde macarra de «Sí, señorita», entre Gracita Morales y los Facto de la Fé pasados de microdosis. El final, con un nuevo capítulo de la audionovela 4 en Alicante, para fans y seguidores a ultranza.