Las noticias falsas de Daniel Gascón tienen más realidad que la propia vida, que se consume por el poco oxígeno que hay dentro de la tensión social de nuestra burbuja existencial. Una sociedad que lo hacía todo mal, que después lo hizo todo bien o, lo siguió haciendo mal, pero con sensación de culpabilidad. El amor, el amor por un bolardo, un dildo con forma de Bolardo. Humanizando la sociedad de los bolardos.
Qué: Libro (Debate)
Daniel Gascón juega con varios ases en la mano. El conflicto entre el independentismo catalán y el resto de la sociedad española llevado al extremo. El extremo donde solo hay amor y desinformación. Los miserables han evitado la endogamia haciendo de su estupidez una cuestión de estado –el suyo–, amparados en la celebrada e inevitable diversidad étnica y social, lo que podría llevar a la extinción ha resultado contraproducente.
Hay más, pero se aburren rápido. Presidentes que se emborrachan mientras les hacen una moción de censura que el PNV le había prometido salvar antes del pacharán. Confiar en el PNV es ir al whisky con el estómago vacío. En este caso fue con el estómago lleno y un bolso en su nombre. El otro presidente, el presidente matemático, lo llama momento histórico: un pequeño paso para el hombre, pero uno enorme para el Antifascismo. (Vienen los de siempre a echar a perder el Antifascismo. Le dijo Albert Camus a Jean Paul Sartre).
Arsénico, Rhodes y el Peronismo, la momia de Evita, Médem (¿Julio?, no el de las patillas teñidas), Luis Cobos es facha porque lo dice Rhodes, Rhodes tiene nombre de piano. Piano Rhodes, Fender. Las ilustraciones son onomatopeyas del sectarismo, obras de cohesión transitiva en el pensamiento desvariado de la mayor parte de los monolíticos asesores políticos. Daniel Gascón escribe columnas que se sostienen a base de humor y no tienen pinta de desgastarse por el paso del tiempo. Así que este Fake News tendrá recorrido en las distintas dimensiones del caldo de cultivo venenoso y tóxico que llamamos historia. Por lo menos nos reiremos mientras la barca se hunde en el fiemo.
