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jueves 21 de noviembre de 2024
Otro tipo de música - Colombina Parra
Foto: Carolina Vargas

Otro tipo de música

Colombina Parra

En su debut literario, Colombina Parra –compositora, escritora, arquitecta y albacea del legado de su padre, Nicanor Parra– comparte lo que atesora en su memoria. Sin un orden cronológico y con la franqueza de quien cuenta una anécdota a una amiga, los relatos evidencian que el mensaje está entre líneas y la poesía siempre –siempre– en lo cotidiano.

Qué: Libro (Random House)

Colombina Parra es música. ¿Qué música? Esa siempre es una pregunta difícil de responder. En los 90 tuvo una banda de punk rock, Los Ex. Uno de los hits se llamó Sacar la basura y dejó sonando en las radios de Chile asuntos de género con una mirada irónica, rabiosa y urgente. «Servir el almuerzo a la hora, hacer las camas de nuevo. Limpiar el baño con cloro. Pensar a veces en algo», dicen los versos que se pegaban como chicle en las paredes del cerebro.

Los Ex se separaron hace años, pero Colombina siguió haciendo música y editó ya varios discos como solista. En esos trabajos sobresale la literatura, los relatos pequeños, cotidianos; pero importantes, reveladores. «Oye, por qué no vamos a visitar a nuestra madre, a lo mejor se arma la familia feliz. No sé, pero creo a veces que podría ser volver a ser lo que nunca fuimos alguna vez. Ella vive allá en el Barrio Brasil, en un edificio oscuro y frío que está ahí. Cuando se abre la puerta ella arrastra un poco las patas, casi siempre está en pijamas», canta en Vamos a almorzar, una de las canciones del disco Flores como gato.

Esa forma tan natural de relatar –que quizá heredó de su padre, de su estrecho vínculo con él– hoy tiene otro soporte, distinto a la cinta o al aire. Otro tipo de música es el nombre del primer libro de Colombina Parra, un compendio de breves historias que dan cuenta de su vida, de las anécdotas que la componen y lo significativas –e iluminadoras, en muchos casos– que estas resultaron ser.

En 180 páginas y sin un orden cronológico, Parra expone la musicalidad de ciertos momentos de su infancia, adolescencia y adultez. Tal como una canción que se quedó atorada en nuestro cerebro y que tarareamos a veces sin siquiera pensarlo –y que nos hace bailar como si la estuviéramos escuchando–, hay memorias que aparecen sin llamarlas y que se reviven fugaces pero dejando casi el mismo borboteo en el pecho de cuando sucedieron, el mismo sabor en la boca, la misma confusión. La autora escribe sobre eso que atesora y lo comparte con un tono honesto y divertido –similar al relato hablado– que evidencia la antipoesía alojada en su mirada. El mensaje está entre líneas y la poesía siempre –siempre– en lo cotidiano.

«Cuando la casa se llenaba de guitarras quería decir que habían llegado los tíos. Dele que dele las guitarras sonando. “Chao, papá. Nos vamos al colegio”. “¿Para dónde va usted, Colombinita?”. “Al colegio”. “No, no, no, no, no. ¿Al colegio? ¡Pero si este es el verdadero colegio! Déjese de pamplinas: este es el verdadero colegio».

El texto Guitarras sonando es una muestra de la oralidad con la que escribe Colombina. También de la eficaz economía de las palabras. Lo no dicho es crucial y lo dicho es nombrado con una franqueza que, sin dejar la timidez, da vida a un mundo tierno, crudo, emotivo, real.

«DESPUÉS LE VA A GUSTAR
Cuando sea nostalgia».

Si la música es un conjunto de sonidos –de ruidos– organizados en el tiempo de manera lógica, lo de Colombina es sin dudas Otro tipo de música, una donde el tiempo se desdibuja, donde la contemplación es clave, donde lo sencillo golpea con fuerza.

Otro tipo de música - Colombina Parra

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