Que Monteperdido es uno de los grupos más brillantes de la actual hornada indie-rock española queda más que justificado con su fichaje por Sonido Muchacho. Desde allí se publica uno de los discos más magnéticos que nos ha brindado el universo pop nacional en estos últimos tiempos.
Qué: Disco (Sonido Muchacho)
Cada vez se echan más de menos discos como el que hoy se trae entre manos la gente de Monteperdido, un trabajo cocinado en los altos hornos de la inspiración, desde donde se armaron nueve hits de pulsión nerviosa, absolutamente propulsada por un tratado pop de altos vuelos. Seguramente así, la banda, es empujada por la inspiración que resulta de mirarse en el espejo de Los Punsetes, y surge un hit como Año 2K.
La estela del grupo se hace presente a lo largo de todo el recorrido planteado, sobre todo a través de la presencia vocal de Bego y las letras, disparadas en todo momento con tirachinas.
Más allá de los parecidos razonables que puedan surgir también con grupos como los primeros Superchunk, si por algo triunfa Monteperdido es porque es capaz de desarrollar una capacidad natural para imponer la calidad de sus composiciones sobre cualquier tipo de reflejo atisbado en la construcción de las mismas.
Esto mismo ocurre en ejemplos como Nunca nunca, en la que los tramos dream pop integrados en la canción denotan una habilidad más que curtida en eso de jugar con los contrastes de intensidad dentro de los parámetros de la formulación indie-rock.
A estas matemáticas pertenece cada una de las piezas ensambladas para la ocasión, dentro de veintiséis minutos de pura fibra, en los que incluso se nos tatúan en la memoria cortes de inspiración hiperbólica, en modo planetario en su estribillo, como el inmortal Vas a petar.