Está claro que el colombiano Andrés Felipe Solano es una de las referencias más importantes de las letras en castellano. En Gloria nos ofrece una novela absorbente que mezcla lo iniciático con el amor filial, con una nutritiva prosa que es una de las más dotadas de su generación.
Qué: Libro (Sexto Piso)
Mucho antes de que Charly García grabara en Electric Ladyland su disco solista Clics modernos, un sábado de primavera, el 11 de abril de 1970, el argentino Sandro se convierte en el primer artista latinoamericano que se sube al escenario del Madison Square Garden. Ese día, esa tarde, Gloria, la protagonista del libro de Andrés Felipe Solano comienza su existencia adulta. Imagina todos los futuros posibles, un jardín de senderos que se bifurcan.
Ella, Gloria, quiere el tiempo se detenga, que el recital dure para siempre, pero en su cabeza, tatuadas para siempre en su alma, las fotografías vistas en los laboratorios de Agfa. Un padre asesinado, un amor felino, veinte años recién cumplidos. Andrés Felipe Solano da un salto de veinte años, los 90 de la paridad, el hijo de su madre, el hijo de Gloria, camina por el sendero elegido por su madre en esos tiempos iniciáticos, sus años en paralelos, la juventud que queda marcada por las calles de Nueva York, la música, la vida que no es tan diferente dos décadas después.
Andrés Felipe Solano es el hijo, que se construye a través de la reconstrucción de su progenitora, con su escritura confesional, acudiendo al punto, al momento exacto en el que las estrella determinaron que era tiempo para el amor, una aventura que te lleva como pájaro en el alambre, siempre al borde del abismo, con la adrenalina al máximo. Como en aquellos antiguos libros de «Elige tu propia aventura», leemos Gloria, de Solano como si tuviéramos la primera elección en las manos y todas las raíces que crecieron a partir de un solo día de su vida. El magnetismo del rock, el estadio, adiós Sandro, hola Gloria, adiós adolescente, hola mamá.