El cuarteto argentino de punk vanguardista Blanco Teta es como meter todos los géneros en una marmita de punk vanguardista: hyperpop, thrash, punk, ruidismo experimental… un debut ecléctico en todos los sentidos que no se guía por las reglas preestablecidas.
Que: Disco (Bongo Joe)
Miedo y sangre que se usan para pintar consignas en la pared, abren con Shuga. Son Carola, Carlos, Violeta y Josefina. Son María T-Ta con Gabriela Mistral montando las texturas que amalgaman los sonidos. ¿Éramos violentos por el wifi o el wifi nos hizo violentos?
Escucha Wifimental y Me Kgo Nel Laburo y con Lucy Patané y el cello de Violeta García todo va tan rápido que nos sepulta como una pantera subida encima del cadáver de Dee Dee Ramone, en La Plata. En la Plata hay aire fresco, de cumbia psicótica, por eso Hoy no tiene algo de la banda punk platense Embajada Boliviana, de ser inclusivo en la decadencia del lustro. Estamos en Pánico –banda chilena–, estamos en Perra Vida y Nina Hagen, así que suben la intensidad con «rRr».
La velocidad de Carola en la batería y cómo Josefina Barreix escupe las palabras hacen que llegue La luz y la radio sintoniza voces que no deberían estar ahí, cintas abiertas que grabaron las últimas palabras de Poly Styrene. Así, el susurro es tormenta en Ezeiza y se caerán todos los aviones que no lleven los coros de Los Prisioneros, en psicosis formativa.
Llega Perro cuando todavía están los ecos de La Pestilencia, de Colombia. Rompe, paga, nos dice que somos peligrosos, como los cerdos que buscan trufa. Entre tanto ramalazo de rabia estilística se distinguen algunas cosas más personales del combo: voces discordantes procesadas, elementos ruidistas que juegan sobre fragmentos de electrónica y un violonchelo que ocupa el espacio habitual que tiene la guitarra en el rock más clásico. Bienvenidos a la dimensión elegida. Estamos tan cerca que os guiará el olor. Y el ruido.
