Apuesta segura

El último emblema de la escena platense y el indie rock argentino superó los diez años de vida: un camino trazado a pura amistad, distorsión y melodías emotivas. Ahora, una vez más, El Mató vuelve a España para una gira de un mes y os ofrecemos un mano a mano con Santiago Motorizado, cabecilla del grupo.

Atravesar una década, para una banda de rock, es algo así como una prueba de fuego. El Mató a un Policía Motorizado se formó en la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, en 2003. Y desde entonces ha ido trazando su camino. Lecciones de la independencia: Santiago Motorizado (bajo y voz), Doctora Muerte (batería), Niño Elefante (guitarra) y Pantro Puto (guitarra) saben que cada logro es producto del empeño y la amistad. Así, a modo de prueba, surgió El nuevo magnetismo, un compilado que resume lo mejor de su primer periplo, el que va de 2003 a 2011. Un cierre para inaugurar una nueva fase. El paso siguiente, y de quiebre, se llamó La dinastía Scorpio, un disco que salió a finales de 2012 y que unos meses después se editó en España (en CD y vinilo), a través de Limbo Starr.

¿Cuáles son los desafíos que presentó ese nuevo álbum? En principio, el sonido: hay un salto cualitativo. Y eso, sin dudas, le hace justicia a la propuesta del grupo: ahora se aprecian mejor las intenciones de la producción y los matices de los instrumentos (al cuarteto, además, se le sumó un tecladista). Santiago, autor y portavoz, explica: «La idea era acercarnos a nuestro sonido en vivo: baterías más amplias, bajos más profundos, y un espectro sonoro con más cuerpo. Sin renegar de nuestras grabaciones anteriores, que eran más low-fi… Esta vez queríamos experimentar con otras herramientas, y lo disfrutamos mucho».

«Disfrutamos mucho en España. Fue bueno conocer gente, hacer nuevos amigos, ver bandas que nunca hubiésemos visto y nutrirse de todo eso»

Y así fue tomando forma La dinastía Scorpio, bajo un concepto que, por lo pronto, no se explica del todo. «El nombre y la idea visual responden a un universo que creamos vagamente y que, ante todo, es misterioso». Muchos flaquean cuando hay que elevar la apuesta, ante una producción mayor, en un estudio más grande y con un productor más experimentado como Eduardo Bergallo. Pero la banda y las canciones estuvieron a la altura. «No todos los temas son de un mismo momento, pero sí nacieron de situaciones intensas, por lo general positivas y felices», precisa el cantante y bajista. «Todas las letras son situaciones reales y directas, propias o de personas muy cercanas. Son cosas que me conmueven, me dan vueltas en la cabeza y parecen no tener fin. Siento que escribir sobre estas cosas me permite darles una terminación, aunque no sé si es realmente así». «Nuevos discos, nuevas drogas», repite uno de los mantras de La dinastía Scorpio. Y entonces, claro, surge la pregunta acerca de sus consumos (culturales, por supuesto). La música: «Estuve escuchando bastante a The Polyphonic Spree; los vimos en Austin y nos fascinó en un segundo». La literatura: «Hace un tiempo me regalaron una antología de poesía china contemporánea que es genial. Algo difícil de encontrar en castellano». Y el cine: «Me gusta mucho lo que hace Judd Apatow; esta nueva comedia americana, muy intensa, entre el stand up y el drama; sus películas me parecen increíbles e inspiradoras».

El Mató a un Policía Motorizado tocó en varios festivales importantes de América como el SXSW de Austin y el Vive Latino de México DF. Eso además de hacer varias fechas por Argentina, Brasil y Uruguay. Y por España, obviamente. «Disfrutamos mucho allá. Fue bueno conocer gente, hacer nuevos amigos, ver bandas que nunca hubiésemos visto y nutrirse de todo eso. No es fácil armar estas giras, independientes y lejos de casa, pero también es muy gratificante ver que todo sale mejor de lo planeado. Siempre queremos volver». Y vuelve: el grupo liderado por Santi estará recorriendo una vez más la Península (y Francia), durante todo el mes de mayo.

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