Lichis cerró La Cabra Mecánica en 2009. Ahora llega un inicio que se ha hecho esperar, un estreno que no se parece en nada a lo anterior y que bucea estilísticamente en unas raíces más profundas y, por qué no decirlo, maduras. Marchó a Nueva York para registrar los diez temas que completan Modo avión junto al respetado productor Joe Blaney… Ahora ha llegado el momento de escuchar el resultado.
Ahora tus canciones respiran de otro modo, no tienen esa carga histriónica y esa densidad que tenían en La Cabra.
Los temas de La Cabra eran más relatos. Nunca he estado de acuerdo con eso de la imagen de canalla que se me presuponía. No tiene por qué estar identificado el creador en el personaje, es más, no pasa en el cine ni el teatro o la literatura; un actor no suscribe el papel que interpreta. Observo mucho lo que me rodea, la forma de ser y pensar de la gente, el devenir de las cosas, y me doy cuenta de este canalleo happy que hay a pie de calle, este neo flower power medio neoliberal, canalla y muy cínico, en ocasiones bastante psicópata… De todo eso trataba en La Cabra, de ese trajín social tan enrollado que sigue ahí, acentuado. Pero Modo avión es un autorretrato, es el primer disco autobiográfico al cien por cien que hago. Son experiencias personales gruesas. Las letras son cortitas, las líneas melódicas marcadas. Son historias muy gruesas y eso es lo que le da magnitud al disco, son historias que necesitan de pocas palabras para ser explicadas.
«Modo avión es un autorretrato, es el primer disco autobiográfico al cien por cien que hago. Son experiencias personales gruesas»
¿Hay ganas de volver a la carretera?
Claro que hay ganas. Y también muchos estímulos nuevos, mi forma de cantar ha cambiado, hay otra mezcla y otra forma de encontrarme sobre un escenario. Además he dejado el bajo y estoy con la guitarra, jamás había hecho una canción con una voz y una guitarra, yo era un tipo que componía para la banda, y ahora lo hago de otro modo. Musicalmente este disco es más sencillo y eso hace que sea más complicado de tocar, de interpretar. Estando las cosas como están tampoco puedo pensar que voy a mantener una banda en exclusiva, pero me apetece mucho encerrarme en el local a diario durante un mes y tocar, con banda o sin banda, tocar estas canciones… El rock no tiene trucos; o lo haces bien o no suena; es así, son acordes sencillos y hay que hacerlos bien para que todo resulte.
¿Tienes pensado hacer acústicos?
Seguro que no me quedará otra que hacer acústicos, pero es algo que no me gusta. En general son una porquería. Los bares no están preparados para hacer un show eléctrico así que mucho menos para hacer acústicos… Y no solo eso, no suelen ser acústicos, porque al final pasas la guitarra por un ampli y por un micro y en realidad es la misma mierda con otro traje. No es algo de lo que disfrute especialmente, pero, indudablemente, si tengo que hacerlo, doy el cien por cien. Con esto ha habido una moda y me imagino que pasará, gracias a Dios. El error básico es pensar que un concierto acústico es más fácil de montar que uno eléctrico, cuando es todo lo contrario.
¿Tienes cierto vértigo por saber si le gustará al público esta nueva faceta?
Esto es un salto al vacío, de modo que no tengo nada que perder… puedo pensar que evidentemente voy a perder a parte de mi público, pero también quiero pensar que llegaré a otro. Me lo tomo estoicamente: que venga lo que tenga que venir. Sé que con mucha suerte lograré cubrir casi lo que he invertido en el disco, que con muchísima suerte me quedaré en paz… Modo avión lo he sacado con mi sello, he pagado todo yo y he hecho todo el esfuerzo creativo… he hecho lo que he querido y como he querido, es mi primer paso para el resto de lo que la vida me tenga preparado en el planeta… Es lo que hay, ya veremos cómo sale.
Modo avión está editado por Carne de Canción y distribuido por Warner.