Hogar no solo es aquel que se encuentra en una casa. Es pertenecer a algo y sentirse acogido. Ese sentimiento es lo que busca Gepe en Estilo libre, un disco que, a tajo abierto y mente descubierta, retrata sonidos de infancia, amores fraternos y busca anidarse bajo el calor de Latinoamérica.
¿De dónde nace el concepto Estilo libre?
Nace desde lo vertiginoso que es que te den una hoja en blanco para dibujar lo que tú quieres o escribir lo que se te ocurra. Eso es lo más profundo. El significado más aburrido es ese que tenía que explicar siempre, de que la música suena de ésta u otra forma, pero básicamente es ese significado más profundo que quise buscar.
Y bajo ese punto, ¿cómo plasmas ese vértigo del estilo libre en las doce canciones de tu disco?
Yo creo que con libertad. Mi música siempre ha sido de mucha referencia, de repente me ahoga y tiendo a robarla y reestructurarla de tal forma que se hace original. Pero siempre con mucha libertad y sin prejuicios. No puedo ser descarado en decir que no me cuesta. Me cuesta y sé que cuando las cosas se me hacen difíciles y siento que pueden ser contradictorias, me agradan. En este disco hay muchos arreglos musicales, sobre todo en cuatro o cinco canciones, donde pienso que no sé si es tan correcto lo que estoy haciendo, pero lo hago igual. Es desafiar lo éticamente correcto en lo musical y creo que esa es la gracia de lo que hago. Desafiar y entrar en contradicción constante.
«Estilo libre es mucho más desde la entraña, no lo pensé mucho. Traté de hacer lo mejor posible dentro de todo ese vómito de intuición»
A primera impresión, el disco tiene una esencia de infancia. ¿Cómo usar esa melancolía y traducirla en clave pop?
Me salió así. Quizás, naturalmente suelo tener una mirada más nostálgica, pero al mismo tiempo tengo algo más pop. Estilo libre es mucho más desde la entraña, no lo pensé mucho. Traté de hacer lo mejor posible dentro de todo ese vómito de intuición. Traté de ordenarlo, pero no me cuestioné tanto. Quizás el disco anterior me lo cuestioné más que éste.
En esa misma nostalgia hay muchos lugares comunes y uno de ellos es el hogar. ¿Hasta que punto es tan importante para ti y tus canciones?
Para mí es muy importante el pertenecer a algo porque dentro de mi familia me sentía un extraño, como el único que remaba para el otro lado. Siempre faltó un enlace de mayor empatía dentro de mi familia y ese es el ingrediente clave de todo lo que he hecho. Y por lo mismo siento que hablar de mis amigos, de pertenecer a algo, me ha servido mucho. Siempre me acuerdo más de mis amigos que de mis pololas. Guardo un recuerdo muy especial de ellos, por lo menos de los que quedaron en el camino, porque fueron un pilar muy esencial. Para mí, en la vida, lo más importante es la música. El 98% del día pienso en la música y escucharla es vital para mí. Y en eso, me ayudaron mucho mis amigos.
Por eso, en lugar de escribir canciones de amor, escribes más canciones sobre amistad.
Las canciones de amor me han servido mucho, pero siempre las escribo cuando les pongo un marco y las puedo ver desde la distancia, no cuando estoy encima. Fruta y té se agrandó mucho después de que salió, pero en realidad fue una cosa muy pequeña. En cambio, con la amistad, son letras mucho más profundas, más reales, por eso Amigos vecinos antes, Punto final y Vivir ahora.
Y en ese punto, por lo mismo van las colaboraciones. ¿Qué buscabas de cada una de ellas?
Las voces femeninas siempre me han gustado y los registros de estas niñas son muy distintos. Siento que en el pop hay que ocupar mucho la personalidad y cuando la imprimes, le da una impronta a tu voz que va más allá de lo que escuchas; es también lo que visualizas cuando lo haces. Por lo tanto, tener a la Wendy (Sulca), era algo visual para Hambre. Creo que su entonación, el color que adquiere con su participación logra un mayor alcance porque, por un lado, es contradictorio que dos personas se encuentren en una misma canción; y por otro, tiene sonoridades peruanas que nunca las había podido hacer y por eso tiene sentido que estén ahí. Es lo lindo es combinar eso. Creo que en Latinoamerica hay grandes artistas, pero estamos todos desconectados. En ese sentido, los gringos y los europeos nos sacan mucha ventaja y hay que aprender de eso.
Puedes leer aquí el comentario de Estilo libre
(«Apuesta del Día» del 16/8/2015)
Estilo libre está editado por Quemasucabeza.