Como destacado exponente de la escena alternativa limeña, Submarino editó en 2015 uno de los discos del año en su país. Así es que le pedimos a Esteban Bertarelli, líder del quinteto, que desmenuzara las nueve canciones de Bravo zulu para nosotros. Aquí sus palabras.
No es lo que te encanta: «Le venía dando vueltas a la progresión desde un par de meses antes y me gustaba, pero no terminaba de encontrarle una melodía, y menos una letra. hasta que un día me desperté en casa de Diego, mi amigo cantante y guitarrista en Los Zapping, con una resaca física y existencial de aquellas, y me puse a escribir desde el punto de vista de alguien que sabe que la ha cagado y cuya reacción es la inacción; es como lo que te cantaría el superyo en una situación así. La estructura salió de los ensayos con la banda, y es tan simple como "vale, ocho compases y le metes distorsión; ocho más y que explote"».
Psicoanálisis: «Otra canción de despertarse con resaca existencial después de haber hecho cosas que sabes que no son ideales para tu bienestar general. Es como la idea detrás del meme ese de "si ya saben cómo me pongo pa qué me invitan". Pues lo mismo: si ya sabes que no vas a estar bien mañana, ¿quién te manda a hacerlo? Musicalmente quería hacer algo simple, entre acústico y ruidoso, como una cantautora molesta de los noventa; el apodo de esta canción es "Shakira"».
La importancia de no ver nunca más a alguien: «Esta es una canción vieja, que casi no entra en la versión final del disco, porque teníamos problemas con el cambio de ritmo, pero al final funcionó. La escribí cuando estaba de intercambio en Milán, viviendo con Erasmus y demases. Hasta entonces había vivido siempre en la misma ciudad, con el mismo grupo de amigos desde la primaria. En Milán fue la primera vez que fui consciente que hay personas a las que nunca más volverás a ver. No tienen que ser ni siquiera tus amigos, sólo caras a las que das por sentado, y que luego desaparecen, y ya no son importantes, incluso cuando lo eran».
El oso rumano: «No es mía, es de un ex guitarrista –y gran amigo– de la banda: Jorge Pajares. La canción trata sobre Grizzly Man, el documental de Herzog sobre Timothy Treadwell, el conservacionista que dedicó su vida a salvar a los osos pardos en Alaska, y que fue devorado por ellos».
Henry Kissinger: «Es una canción de amor, de alegría de luna de miel. La letra fue improvisada como libre asociación de ideas: las bombas nucleares me hicieron pensar en Godzilla; el cine de los cincuenta –y la propia técnica de la libre asociación– en los poetas beat; y la época de la aparición del rock and roll, que fue producto, entre otras cosas, de la migración de los músicos negros americanos del campo a la ciudad. Cuando la grabamos queríamos que sonase a Jesus And Mary Chain».
María dice: «Escribí la canción desde el punto de vista de una amiga que iba a cortar con el novio. Es la respuesta a una pregunta implícita: "¿qué vas a hacer?". La estética ruidista del final fue idea de Lucas, de Los Zapping; dice que estaba escuchando Loveless».
Literatura onanista: «Otra canción antigua. Cuando la escribí estaba escuchando mucho Belle And Sebastian, y quería hacer una canción de tres estrofas que hablara de personajes, como ellos hacen en If You Are Feeling Sinister, por ejemplo. Me gustan los arreglos de guitarra, entre new wave ochentero a lo The Cars, e indie ruidoso tipo Built To Spill».
Burguesía ilustrada: «La escribí luego de los atentados de la maratón de Boston, pero podría haberla escrito en cualquier momento de la década y media que llevamos del siglo. Es como una reacción visceral ante algo muy grande, el instinto de lucha-o-huida haciendo su aparición».
Larga distancia: «Quería terminar el disco en un tono menos caótico, más calmado. La versión original de la canción es una bossa nova que escribí imaginando una llamada a alguien que se ha mudado a vivir lejos. Para el disco la trip-hopeamos, y le metimos una capa de ruido. Me gusta cómo quedó, y es probable que en el futuro trate de hacer más cosas así, con programaciones y texturas».
Puedes leer aquí el comentario de Bravo zulu
(«Apuesta del Día» del 30/1/2016)