Los exiliados románticos, la última película de Jonás Trueba, road-movie que retrata tanto la inmadurez masculina como la camaradería juvenil, contó con la banda sonora de Tulsa, con una Miren Iza acompañando instrumentalmente las andanzas de los personajes y aportando además poderosas canciones. Tras haber presentando de manera conjunta película y concierto como un espectáculo unitario, editan ahora un pack que aúna película y disco incluyendo canciones inéditas.
¿Cómo fue la propuesta de Jonás a Tulsa para hacer la banda sonora?
Jonás: Miren tiró la primera piedra cuando me encargó hacer el videoclip de Oda al amor efímero. A mí me volvía loco la canción pero no sabía cómo hacerlo… Así que al final acabé haciendo la película con el videoclip dentro.
Miren: Acepté un poco temerariamente porque nunca había tenido la responsabilidad de poner música a una película. A la vez no podía decir que no, es algo con lo que todos los músicos fantaseamos. Y tenía la confianza y tranquilidad de hacerlo para Jonás, sabiendo que él iba a tolerar pruebas y torpezas y que además lo iba a tratar todo con sensibilidad y gusto.
Miren cuando te metiste a hacer esta banda sonora acababas de sacar tu disco anterior… ¿en tu caso las musas van rápido? O fue un poco, como la propia película, sobre la marcha…
Miren: Hay ocasiones en las que no puedes esperar a que las musas aparezcan, tienes que ir al monte Olimpo para despertarlas y hacerlas trabajar, el tópico de que la inspiración te llega cuando estás trabajando es cierto, aunque yo no lo suelo ejercitar.
«Yo he corrido el peligro de quedarme a vivir en la película, o de irme a vivir a Toulouse, pero ya he salido de esa espiral de ficción romántica y estoy ilusionada con el nuevo disco» (Miren)
Hacer incidentales para una película no es hacer canciones al uso.
Miren: Por un lado es más dificil porque dependes de otra persona, de que le valga y se ajuste a lo que tiene en la cabeza el creador de la película, pero por otro es más sencillo porque trabajas con trozos o esbozos que no tienes que concluir en una canción, que necesita una estructura determinada y sobre todo una razón de ser, en este caso la razón de ser es la película, viene dada.
Festival de Málaga 2015: Premio Especial del Jurado, mejor música ¿Qué sensaciones quedan?
Jonás: Fue muy divertido porque la película empezó con una broma, y nos prometimos que nos tomaríamos las bromas en serio. Durante el rodaje alguien bromeó con presentar la película al Festival de Málaga, así que tuvimos que hacerlo. Lo curioso es que nos aceptaran y no nos relegaran a una sección paralela. Nos lo pasamos bien y la película gustó, sirvió para empujar nuestra gira «Solo en cines de verano» y luego el estreno comercial, que es para lo que sirve un festival.
Miren: Para mí fue como asomarme a un universo muy lejano al mío, acostumbrada a otro tipo de festivales, claro. Fuimos gran parte del equipo y era la primera proyección con público. Nos recuerdo a todos disfrazados de elegantes, un poco desubicados pero muy felices, emocionante.
Habéis hecho varias presentaciones de «Película + Concierto». ¿Casa?
Jonás: Yo creo que no es tan frecuente lo que se produce ahí, porque realmente hubo una gran simbiosis que en este show queda patente. Canciones que escuchaba antes de rodar la película de repente las vuelve a tocar Miren después de la película, y el círculo cierra. Creo que su concierto empieza ya en alto, donde acaba la película, y gracias al concierto la película perdura un rato más en la cabeza del espectador que se entrega a las canciones de después.
Miren: Parte de la necesidad de prolongar la vida de la película en nosotros mismos, yo creo. El resultado es algo maravilloso, la mezcla hace que tanto la película como el concierto adquieran un vuelo diferente porque se alimentan mutuamente.
«Miren me encargó hacer un videoclip, pero no sabía cómo hacerlo… Al final acabé haciendo la película con el videoclip dentro» (Jonás)
En el pack que va a salir ahora de Los exiliados románticos se incluyen canciones inéditas.
Jonás: Creo que merece hacerse con la película solo por tener el disco de Banda sonora. Pero esas tres canciones son ya el colmo. Me gusta pensar que a Miren le han servido para probar otras cosas, que realmente le mereció la pena el viaje no solo porque ahora tiene más opciones de gente con la que emborracharse, sino porque se abrió a partir de ahí a buscar otras cosas de otra manera.
Miren: Si, ahora que ha pasado algo de tiempo y he ido colocando las cosas, sí que puede suponer una especie de hito en mi vida; la gente que he conocido, personas que ahora son amigos, con los que surgen y nos prometemos amor y proyectos, que seguramente nunca se realizarán, pero que modelan y a veces determinan la forma en la que abordo una canción. Esas canciones inéditas inspiradas en la película son una especie de regalo, un extra para ellos y para Jonás.
¿Qué continuidad tendrá esto? ¿Va tocando despedirse y meterse en nuevos proyectos?
Jonás: Los dos andamos en nuevos proyectos, yo terminando el montaje de mi nueva película y Miren ya con otro disco. En esta ocasión no hubo colaboración tan directa pero yo le he puesto mi película para que me dé su bendición, y aún estoy esperando que ella me deje escuchar sus nuevas canciones…
Miren: Yo he corrido el peligro de quedarme a vivir en la película, o de irme a vivir a Toulouse, pero ya he salido de esa espiral de ficción romántica y estoy ilusionada con el nuevo disco. Te mandaré canciones, Jonás, lo prometo.
Los exiliados románticos (CD+DVD) está editado por Gran Derby.