En 2013 las canciones de Caloncho se viralizaron por Internet. Así descubrimos la existencia de este cantautor que guitarra en mano, conectaba de inmediato con quien lo escuchara por sus canciones y por su natural sencillez. Supimos que era nativo de Ciudad Obregón, Sonora, y que vivía en Guadalajara, la ciudad donde comenzó su acelerada escalada a la popularidad. Ese mismo año editó de forma independiente Fruta, un primer EP producido por Siddhartha, que contenía algunas de las canciones que ganaban seguidores por doquier. Como el propio Caloncho lo define en su Web, el disco «suena a todo lo que he escuchado y filtrado desde mi origen, a través del folk nacional, la playa, un poco de bosque y ciudad, situaciones de aprendizaje, existencia, nostalgia y amor por la vida». Ahora, su primer álbum oficial, Fruta Vol. II, editado por Universal, se presenta en España. Aquí nos cuenta la importancia que tiene esto para su carrera, la buena onda que transmite con su música y algunas cosas más.
¿Qué expectativa te genera esta primera gira por España?
Vengo con una incertidumbre llena de emoción, porque no sé de qué se trata acá la onda. No sé qué esperar y me pone nervioso, porque estoy ansioso por tocar.
¿A qué atribuyes el rápido desarrollo de tu carrera?
Es muy difícil de identificar cuáles son los factores que han generado todo. Siempre está el trabajo en equipo, un chorro de trabajo de management y estrategia de difusión. Y está esa otra parte que tiene que ver con el timing y lo fortuito de todo el proceso, de todo el proyecto. ¿Por qué salió en este momento? ¿Por qué le gusta a la gente? ¿Por qué precisamente conectó ese discurso con la banda? Eso es algo imposible de explicar… Pero es una suerte, y estoy agradecido por ello.
¿Crees que tendrá que ver la espontaneidad que irradian tus canciones?
Tal vez sí. A la mayoría de la gente le gusta esa vibra ligera, sin pretensiones. Es imposible que alguien te conteste con mala onda cuando le tiras buena onda. Estableces un ambiente de desconcertar. A la buena onda se la recibe de manera intuitiva, supongo.
¿Qué conoces de España?
Cuando estudié en Francia me di una vueltita por allá. Me acuerdo mucho de Barcelona, una ciudad muy bonita, con mucha vida y mucho skate. Hay muchísimo skatebord y eso me llamó la atención; en aquella época yo viajaba con mi patineta. Hay mucha música también, se ve en las calles. Se come delicioso. Y siempre está esa otra parte de saber cuál es el origen, cuál es la parte de origen mexicano, por qué somos como somos, está cotorro verlo. Me encanta escuchar acentos distintos, me gusta ver cómo conversa la gente, cómo habla. La melodía de cómo hablan, me encanta.
¿En qué año estuviste en Francia?
En 2008.
¿Ya cantabas y componías?
Precisamente en ese año que estuve viviendo allí fue cuando empecé a componer, fue la época en la que más he compuesto. La verdad es que no iba a la escuela, me la pasaba en mi cuarto. Estuve solo muchísimo tiempo, pero creo que fue muy importante porque nunca había tenido ese tiempo para mi, nunca había vivido solo, con esa vulnerabilidad y esa emoción también. Y con tanto tiempo a disposición para poder ver tutoriales de Youtube para aprender a tocar guitarra y componer. Y tocar y tocar.
«Es imposible que alguien te conteste con mala onda cuando le tiras buena onda. A la buena onda se la recibe de manera intuitiva, supongo»
¿Qué escuchabas en ese momento?
Escuchaba mucho a Sigur Rós, también a Death Cab For Cutie; empezaba a escuchar a Vampire Weekend, que acababa de sacar el primer disco. Y también las sesiones de la Blogothèque; era cuando estaban iniciando estas sesiones informales en espacios públicos. Y salían un montón de artistas buenísimos que nunca había escuchado y que nunca volví a escuchar. Estaba tratando de dejar el reggae, de eso sí me acuerdo, porque lo escuché demasiado tiempo. Estaba abriéndome al rock and roll. Escuchaba Radiohead también. Son bandas que ya no he vuelto a escuchar.
Has trabajado recientemente con la chilena Mon Laferte, ¿cómo ha sido colaborar con ella?
Ha sido bien enriquecedor el sumar esfuerzos y lo que ello puede impactar. Así pudimos ser mucho más ambiciosos y recorrer teatros de varias ciudades.
¿Qué otros artistas latinoamericanos te llaman la atención?
Muchísimos. En esta girita con Mon Laferte estuvimos cotorreando con Juan Pablo Vega, que nos acompañó en unas fechas. Un tipo muy talentoso; es compositor, arreglista y productor. Me gusta muchísimo su música. También hice una colaboración con Elsa y Elmar; no me canso de repetir que es uno de los proyectos que más me gusta de Latinoamérica. También escucho mucho a Astro, de Chile; es una lástima que se haya separado.
¿Y de tu ciudad?
De lo más reciente de Guadalajara me gusta Baltazar. Es increíble ese proyecto; y también me gusta mucho Technicolor Fabrics, el otro proyecto de su cantante Juan Pablo. También lo que hace David Velasco, que ahorita está súper concentrado con Porter. Su proyecto en solitario es muy interesante.
¿Cómo será tu gira española?
Aterrizamos en Madrid y vamos a hacer dos fechas: el jueves 9 un showcase y el viernes 10 un concierto en el Café Berlín. Y el sábado 11 estaremos en el festival Bona Nit de Barcelona. Allí estará Mika, a quien hace mucho que no escucho. Y Molotov Jukebox, a quienes tuvimos la oportunidad de conocer en Ciudad de México y son bien chidos. El domingo es el cumpleaños de Dexter, nuestro bajista, por lo que se pronostica que el sábado vamos a agarrar un fiestón, nos vamos a ir en vivo a México.
Puedes leer aquí el comentario de Fruta Vol.2
(«Apuesta del Día» del 12/6/2016)
Fruta Vol.II está editado por Universal.