Culturas contemporáneas de España y Latinoamérica a diario
-
sábado 23 de noviembre de 2024
Kase.O
Foto: Torrent Choos

El corazón sensible de un tipo duro

Kase.O

Kase.O lleva un cuarto de siglo en la música. El MC de Violadores del Verso es un tipo entrañable: su corazón hardcore no es óbice para que responda con una sonrisa al grito de «queisi» en cada contacto con el público. Estos días se pasea por México.

Hasta ahora, cada noche de la gira El círculo ha sido un lleno.
Han pasado seis meses desde la salida de El círculo y todo son sonrisas, pero para llegar ahí también hubo lágrimas. No he olvidado lo mal que lo pasé. Mucho esfuerzo, mucho desgaste de energía, sobre todo mental. Salió bien, encontramos músicas guapas y buenas letras, le ha gustado a la gente: ahora toca disfrutar. Te aseguro que me puse en la peor tesitura cuando lo hacía: que iba a her un fracaso y me iba a cargar mi carrera. Ahora veo cariño cada noche en los conciertos, a la gente feliz… con eso me quedo.

El disco es muy de adentro. Sigue ahí el poso de chulería, el «aquí estoy yo», pero se llega al desgarro puro de la lágrima. Recrear eso en vivo no debe ser fácil.
Fueron casi cuatro años de proceso, daba tiempo a todo, pude distribuir temáticas e invertir mucho tiempo en cada tema. Al principio me había planteado un disco de rap clásico, rollo Brooklyn, del que me ha gustado toda la vida. Luego, pillando ritmos, vi que me aburría irme solo por ahí: no quería seguir en las mismas estéticas y tradición, no fluía… Así que hice un autoboicot en plan «sé tu mismo, no lo que la gente espera». La solución estaba clara: escarbar en las tramas, en el pasado y el presente, dejar de lado la competición. No quería ceñirme a raps banales, a fijarme solo en la técnica y la métrica. La misión del arte es expresar y provocar respuestas, ser sincero y no cohibirte. En mi caso, el disco salió adelante cuando lo afronté de esa manera. Habla de cosas que le pasan a todo el mundo, que yo cuento a mi manera. Lo de «soy el mejor» no es la realidad.

 

«No quería ceñirme a raps banales, a fijarme solo en la técnica y la métrica. La misión del arte es expresar y provocar respuestas, ser sincero y no cohibirte. En mi caso, el disco salió adelante cuando lo afronté de esa manera»

Una gira de llenazo tras llenazo. Es peligroso acostumbrarse a eso.
La gira con el Jazz Magnetism ya dejó buen sabor de boca, muchos querían repetir, y en estos años no me he quemado con muchas apariciones, así que parece que había ganas de verme. Si a eso le sumas la gente nueva, que tampoco pudo verme con Violadores… Bueno, estoy agradecido, cada día, lo doy todo ahí arriba. No te puedes quejar cuando las cosas no funcionan, hay que hacer buenos discos, buenos espectáculos, conectar de verdad con la peña que viene a verte.

¿Qué ha cambiado más y que sigue igual del adolescente que hizo su primera mixtape hace un cuarto de siglo?
Con treinta y siete años eres mucho más consciente del mundo que te rodea, y en mi caso también de la cultura hip hop. Cuando empecé solo era una manera de entretenerme y sacar la rabia del chaval de trece años, no pensaba en técnica ni mensaje. En este disco evoco mucho a aquel crío. ¿Por qué este sufrimiento ahora, si antes me divertía tanto? Me temo que no he conseguido volver a ese sentimiento. Lo que no ha cambiado son los buenos ratos escribiendo: terminar una letra es igual de emocionante… y ahora son mejores. Crear es un acto muy loco, difícil de explicar, una felicidad grande: donde no había nada, aparece algo, ya sea una poesía o un mueble.

Kase.O

Foto: Unai Bellamy

A Kase.O le llueven los premios, los reconocimientos; hay mucha gente ajena al rap hablando de la rima y del sentimiento…
¡Es maravilloso! Que te escuchen sin sonar en las radiofórmulas es genial, significa que has roto complejos… Claro que pienso más en mi público rapero, en los otros MCs y en mí, pero salir de ahí y llegar a más gente es una pasada.

Han sido casi cuatro años viviendo en América, experimentando la cotidianidad de Medellín; ¿te llegaste a insertar del todo en la sociedad antioqueña?
Ha sido un tiempo muy rico. La primera sensación fue de shock: salir de casa por primera vez para vivir en otro sitio es duro. Por suerte, mi pareja Muna se desenvuelve bien en el mundo real. Hablas el mismo idioma y crees que todo va a ser sencillo, pero el día a día te hace ver que es otro mundo, que no rigen las mismas cosas que regían en mi cabeza. El primer año y medio andaba algo perdido, pero vaya… lo mismo le pasa en España a un cántabro en Cádiz o un gaditano en Santander. Por otro lado, hay que hacerse a los códigos que en Europa se dan por sentados y en América Latina no siempre existen. Cuando te contagias llega lo más bonito. Allí se vive intensamente, se goza más la fiesta, el concepto del tiempo es distinto: ni mejor ni peor, distinto. Tú eres el visitante, así que te amoldas y la vida sigue, cero cataclismos.

 

«Siempre he sido de ir poco a poco, pero te mentiría si te dijera que no me ilusiona ir a Nueva York y encontrarme una sala con quinientas personas que entiendan las letras y las canten conmigo»

La tienda Javato Jones se he convertido en un punto de encuentro para los artistas urbanos en Medellín.
Javato es un experimento muy bonito. La idea era ir más allá de la venta de ropa o merchan: que fuera un sitio donde llegara alguien a poner su demo o ver un vídeo, presentar cosas… Hablamos de Medellín, una ciudad grande, no es fácil reunir a la gente. En Javato, todo el mundo es bienvenido: es la presencia de Rapsolo en América. Además, creo que gustaba la idea de que alguien a quien muchos consideran una estrella estuviera ahí hablando con todo el mundo: quizá también se consiguió bajar un poco los humos a las estrellas locales. Por otro lado, también se pueden conseguir allá vinilos de rap en español que no aparecen fácilmente. La gente ama la historia, los veinte años de Violadores del Verso, por Javato ha pasado la plana mayor del rap español, desde ZPU al Chojín, Sharif… y allá contacté con La Peligrosos Crew de Medellín, Henry es un ejemplo con su lucha para modernizar la cultura y dejar atrás ciertos esquemas de los ochenta y noventa.

El regreso a España es un hecho. Cambia la base, pero América seguirá en el plan de ruta… Ahora mismo, México, por ejemplo.
Me estoy asentando de nuevo en casa para el día a día, aunque estaré yendo a Medellín un par de meses al año. Además de los conciertos de ahora en América, desde México a Chile, Uruguay o Argentina que siempre nos reciben de maravilla, y un par de presentaciones en Londres, el año que viene también exploraré sitios nuevos, sobre todo en Centroamérica y Estados Unidos. Siempre he sido de ir poco a poco, pero te mentiría si te dijera que no me ilusiona ir a Nueva York y encontrarme una sala con quinientas personas que entiendan las letras y las canten conmigo. Rapsus y SFDK ya han estado en los States, hay salas con mucho público latino de rap en Chicago, Nuva York y Los Ángekes. Quiero probar allí.

Kase.O El círculo

Kase.O Gira 2017

Enlaces relacionados: