Elegido como uno de los cinco mejores artistas del tango de la última década, calificado como «una especie de encarnación argentina de artistas como Paolo Conte, Tom Waits y Nick Cave», Daniel Melingo regresa a Europa para presentar S’il vous plaît, una antología con sus mejores tangos que le llevará a recorrer las grandes capitales del continente, pasando por Madrid el próximo 31 de marzo.
Eres uno de esos artistas resistentes, disidentes y por supuesto incidente en todo su hacer, nada le es ajeno. Complicado definirle ¿griego reconvertido, arrabalero, porteño, urbano…?
Todas esas culturas están en mí por herencia, por pertenencia cultural. Vivir en una ciudad como Buenos Aires, con su diversidad de comunidades, costumbres y credos, nos da cintura para crear un mosaico de inclusión único.
Formación musical académica, rockero, referencia del tango, de las músicas tradicionales ¿trayectoria personal / aventura de la vida?
La calle. El conservatorio. El arrabal. La academia. El escenario. La familia. El barrio son mis fuentes donde abrevo, las que hacen más sencilla la tarea a la hora de componer o descomponer. La libertad se refleja en la obra cuando dejamos abierta la inclusión y la posibilidad de elegir en la diversidad.
EL ROCKERO QUE TRANSFORMÓ EL TANGO
Tras diecisiete discos te conviertes en uno de los primeros rockeros en poner voz a la milonga y el tango, convirtiéndote en referencia con un estilo genuino, propio, inimitable.
El tango pulsa en mí desde la más temprana infancia. Nací y me crié en un barrio muy tanguero de Buenos Aires, el Parque de los Patricios. Desde muy pequeño recuerdo a mi abuela silbar tangos cuando cocinaba o lavaba la ropa. Todo era tango en mi casa familiar de mis primeros años. Hasta que aparecieron mis primos mayores con el rock en los años 60. Ahí comienzo a buscar mi propia voz. En 1985 publico mi primera composición en ritmo de tango con el título Esta es mi presentación con Los Twist, banda costumbrista formada en 1983. Me considero un moderado aportador de ideas dentro de la escena musical. En 1998 publico Tangos bajos, segundo trabajo solista que marca el camino a los sucesivos álbumes en una dirección que sigo hasta el presente. Toda la experiencia se suma en una expresión única e irrepetible, como el río de Heráclito.
¿Un adelanto a lo que estaba por llegar, la globalización, el uniformismo cultural…?
Los artistas siempre percibimos el latido de lo que está por venir, sobre todo los músicos. De una u otra manera estamos en contacto con el futuro. Hay una neurona espejo en los seres vivos, que hace uniformarnos o tomar la decisión contraria.
«Los artistas siempre percibimos el latido de lo que está por venir, sobre todo los músicos. De una u otra manera estamos en contacto con el futuro. Hay una neurona espejo en los seres vivos, que hace uniformarnos o tomar la decisión contraria»
Tango renovado, experimental, conceptual.
Lo experimental es una herramienta esencial a la hora de crear algo nuevo. Lo conceptual también, porque el lunfardo –dialecto o argot porteño de Buenos Aires, idioma para escribir el tango-canción– resulta ser una manera de conceptualizar, elegir los límites y diseñar dentro de ellos, renovarse es la ruta a seguir. El lunfardo no solo son voces o palabras, son entornos o locaciones donde se cuenta la historia en su respectivo ambiente como el barrio, la cárcel, la milonga (club de baile), el conventillo (la pensión), el bulín o el cotorro (estudio pequeño).
¿Resistencia, nostalgia, memoria?
Son los tres elementos principales que conforman el tango desde sus orígenes. Nostalgia del inmigrante que dejó mucho atrás. Memoria de nuestras raíces, saber de dónde venimos, el autorrecuerdo y la historia reciente nos hacen comprender dónde estamos parados y qué nos motiva a seguir andando. Resistencia por perdurar en el tiempo. El flamenco, el fado, la rebétika y el blues, junto al tango, son consideradas músicas de resistencia.
¿Necesidad de volver a las raíces?
Leí en algún momento que la vanguardia la encontramos en las raíces. Debido a mi inquietud decido publicar Tangos bajos en 1998, una suerte de composiciones originales que transitan en un estilo que yo llamo proto-tango. Ahí compruebo que la mirada hacia las raíces siempre es buena y nutritiva. En las raíces encontramos inspiración. La esencia suele estar en lo más rústico del pasado. No fuimos contemporáneos directos del pasado, sí herederos de un estilo trasmitido de generación en generación.
Foto: Nacho Arnedo
LA TRADICIÓN COMO VANGUARDIA
La tradición vuelve a ser vanguardia cultural como a principios del siglo pasado.
Las vanguardias siempre fueron la flor y nata de muchos movimientos que se desarrollaron con el tiempo y a través de él. Hoy se vuelve a repetir como legado y continuación, esa mirada vanguardista hacia la tradición. La vanguardia siempre está presente como esencia creativa y motor, tanto como la tradición. Son dos grandes mares.
¿Hay algo de cierta moda en ello?
Diría que un poco sí. La evolución es algo difícil y complejo de ver, conlleva muchos elementos que debemos hacer convivir. Para ello debemos transitar errores y dudas. Equivocarnos es la manera más enriquecedora del saber.
VEINTICINCO AÑOS NO SON NÁ
Editas para el mercado europeo S’il vous plaît, ¿por qué?
Por necesidad también. El hambre y la sed son tan necesarias como el comer y el beber. Fue una gran idea del sello discográfico para retomar mis giras europeas interrumpidas por dos años. Mi último álbum publicado es Oasis, liberado el viernes 20 de marzo de 2020, ahora, dos años después, vuelvo con esta propuesta.
¿No te parece una propuesta alocada publicar un disco cuádruple en plena era digital?
S’il vous plaît es un álbum de veintitrés canciones presentadas en dos discos vinilos de 180 gramos. Son cuatro caras; la primera tangos, la segunda milongas y valses, la tercera canciones y la cuarta aires folclóricos. Se trata de una antología, veinticinco años de carrera solista en cuidada edición.
«El tango pulsa en mí desde la más temprana infancia. Nací y me crié en un barrio muy tanguero de Buenos Aires, el Parque de los Patricios. Desde muy pequeño recuerdo a mi abuela silbar tangos cuando cocinaba o lavaba la ropa. Todo era tango en mi casa familiar de mis primeros años»
Discos diferenciados entre sí, con protagonistas dignos de la mejor literatura o del cine negro.
Podríamos decir que cada canción es un disparador hacia pequeñas/grandes historias, que si bien se podrían desarrollar en cuentos o novelas, la canción, en este caso, es el vehículo ideal para resumir cada sentimiento y cada interrogante.
Protagonizadas por personajes con ciertas similitudes contigo ¿tu singular alter ego?
Todo relato tiene un tinte autobiográfico, solapado o explícito. En mi caso adhiero la posibilidad –como en el teatro– de poder interpretar un papel desde otro punto de vista que no sea el personal. Los personajes que rodean mis historias muchas veces toman voz propia. Tienen autonomía. Lo importante es dejar la máscara en el escenario y que el disfraz no nos acompañe dentro de la cama.
Foto: Alfredo Srur
TRAS LA PANDEMIA, REGRESO A LOS ESCENARIOS
Una gira europea con directos que mezcla música y teatralidad, ¿son líneas paralelas o coincidentes?
Necesidad expresiva conjunta. La música y la danza como rito, siempre estuvieron unidas. La mayoría de mis conciertos son en países extranjeros con público local que no habla mi lengua. Encontré en la gestualidad y puesta en escena una utilidad necesaria para mi música.
Con parada obligada en Madrid, recuerdos que te sumergen en la ciudad.
Muchos. Viví casi diez años en Madrid, los recuerdos son muchos. Cada rincón me lleva a la nostalgia con un esplín muy especial. Una alegría inmensa. Muy contento de volver a mi segunda ciudad en el mundo.
S’il vous plaît se publica el 8 de abril.