Poesía eléctrica llevada al paroxismo, así es como se presenta Semana Santa en largo, mediante una demostración de belleza tensa, elevada al máximo. Tras la sembradísima colección de singles a modo de aperitivo, ya había ganas de ver lo que podía ser capaz la banda en las distancias largas.
Que: Disco (Intromúsica)
Tras la escucha de estos treinta y un minutos, cualquier sombra de duda queda despejada por medio de una colección de canciones que, directamente, reivindica a Semana Santa como una de las realidades más potentes del actual panorama indie-rock español.
A esta realidad llegamos tras la escucha de temas como Subversión, en el cual se produce una hibridación entre The Cure y los Pixies, en el que la base rítmica siempre suena con una propulsión matemática heredada de la pulsión krautrock, y las cuchilladas eléctricas suenan como brotes de luz plateada.
La rama del grupo firmante del inolvidable Daydream Nation también se hace patente de forma elocuente en cortes como Refugio, donde también asoma la bilis stoogiana punk. Por su parte, en V.F., la banda suena como si Las Chinas sonaran con los Pixies como banda de acompañamiento, con el recuerdo sobrevolando del Where Is My Mind? de los bostonianos.
En otra como Santes innocents, el trío se saca de la chistera una joya pop de esas que se quedan grabadas a fuego en la memoria. Un tema de este calibre nos proporciona la dimensión real de hasta dónde puede llegar Semana Santa y qué cotas de inspiración es capaces de alcanzar.
En todo momento, las musas bullen nerviosas, ya sea desde la intrigante atmósfera bucólica exhalada a través de Incendiari o por medio de Ja no tens el poder, el hit, situado como último escalón de una experiencia noise-pop sobresaliente, que invita a soñar con nuevas entregas.